La RFEF se gastó 36 millones en camisetas para árbitros que no se usaron
Las grabaciones realizadas al presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Ángel María Villar, ponen de manifiesto de forma muy descarnada y explícita la arbitrariedad y los abusos que han caracterizado su larga gestión. Lo revelan algunas de las citas que realiza el juez de la Audiencia Nacional encargado del caso, Santiago Pedraz. En esas citas abundan las referencias a los fondos de la Federación y a su manejo sin controles. Expresiones como “están intentando mamarse el dinero del fútbol”, o “comisiones irregulares por venta de terrenos”, o “tienes 5,2 millones para lo que se te ponga de los huevos”, o “los miles de euros que en regalos recibía otro dirigente de la RFEF”, figuran en las conversaciones que el juez reproduce y en las que se ha basado en parte para enviar a prisión a Villar y a su hijo Gorka, así como al vicepresidente económico de la Federación, Juan Padrón.
En la investigación de la operación Soule, la trama de corrupción en torno a Villar, están involucradas alrededor de 40 personas. La Fiscalía Anticorrupción considera que están vinculadas a la red “clientelar” creada para el desvío de fondos del organismo.
Los imputados serán llamados a declarar a partir de la semana que viene por el juez Pedraz, ante la sospecha de que dichas prácticas de “clientelismo” fueron creadas por el presidente de la Federación a fin de garantizarse la permanencia en el cargo que ostenta desde el año 1988. En este sentido, el magistrado considera que al menos desde el 2009 Villar creó un entramado que ha permitido la desviación de fondos tanto públicos como privados de la RFEF y organismos vinculados a ellos como la propia Fundación y Mupresfe (Mutualidad de Previsión Social de Futbolistas Españoles a Prima Fija) estableciendo prácticas de favoritismo tanto en la contratación del personal, de lo que se be- neficiaron familiares de los imputados, como en la presunta adjudicación arbitraria de contratos de suministros.
Una de las actuaciones que investiga Pedraz, por ejemplo, se refiere al gasto realizado por valor de 36,5 millones de euros, entre el 2009 y el 2016, para la adquisición a una empresa especializada de camisetas para árbitros. Con la particularidad de que los colegiados no llegaron a usar dichas prendas, por su mala calidad, a pesar de lo cual habrían sido adquiridas a cambio de comisiones a favor de Villar y Padrón. El juez estima que las camisetas se compraron sin respetar “principios de competitividad”.
JOSÉ MARÍA BRUNET