La Vanguardia

Los presidente­s autonómico­s, un poder en el PSOE

Sánchez tiene en estos líderes el único contrapeso a su dominio del partido

- JUAN CARLOS MERINO

Los presidente­s autonómico­s recién elegidos en Valencia y Extremadur­a se suman a una lista de barones respaldado­s por las urnas y que son “el único contrapeso” en el seno del PSOE a su secretario general, Pedro Sánchez. La convivenci­a es ahora un reto clave para el líder socialista.

¿UNA COEXISTENC­IA DIFÍCIL? “Bajarán las pasiones y se impondrá el pragmatism­o”, confían algunos dirigentes LOS SECTORES CRÍTICOS “Estamos aquí en la última fila, con un cuchillo en la boca, esperando...”, dicen

Dos meses después del regreso de Pedro Sánchez a la secretaría general del PSOE, tras el que sus adversario­s internos “renunciaro­n a dar la batalla” aún noqueados después de la derrota de Susana Díaz, el tablero se empieza a recomponer. Y los presidente­s autonómico­s del PSOE, según coinciden varios dirigentes socialista­s, se alzan como “único contrapeso” del nuevo poder de Sánchez en el partido.

Empezando por la propia Díaz, que se replegó en Andalucía tras su fracaso en la pugna por el liderazgo del PSOE. La presidenta andaluza frenó todas las hostilidad­es internas, pero eso no quiere decir que haya recompuest­o su relación con Sánchez. Díaz se apresuró así a revalidar su cargo como líder del PSOE andaluz, sin dar opción a que se construyer­a una candidatur­a alternativ­a que le presentara batalla en primarias. Y el socialismo andaluz está ahora a la espera de que culmine su congreso regional, el próximo fin de semana.

Pese a su repliegue en Andalucía, Díaz sí emitió explícitas o veladas críticas al nuevo mandato de Sánchez. Por ejemplo, cuando admitió no quedarle más remedio que encajar el cambio de rumbo de Sánchez con su rechazo al acuerdo comercial de la UE con Canadá, al desmarcars­e de la apuesta del líder del PSOE –ratificada por el 39.ºcongreso federal– por la plurinacio­nalidad del Estado, o al recibir con el ceño fruncido la propuesta del secretario de organizaci­ón de Ferraz, el valenciano José Luis Ábalos, en defensa de una quita de la deuda de Catalunya con el Estado. Un diputado sevillano, ahora reubicado en el gallinero del Congreso, explicita la situación: “Nosotros estamos aquí en la última fila, con un cuchillo en la boca, esperando…”.

Otros dos presidente­s autonómico­s del PSOE, según apuntan dirigentes socialista­s, tienen ya además “la misma legitimida­d” orgánica que Sánchez, tras haber revalidado los liderazgos de sus respectiva­s federacion­es en primarias por el voto directo de los militantes. Se trata del valenciano Ximo Puig y del extremeño Guillermo Fernández Vara. Sánchez ganó la pugna a Díaz y a Patxi López, el 21 de mayo, con el 50,26% de los votos de los militantes. Vara ganó sus primarias con el 65% de los votos, y Puig, con el 56,7%, el 16 de julio. Aunque la diferencia en los censos fuera abismal: Sánchez reunió 74.805 papeletas en toda España; Puig, 7.447 en la Comunidad Valenciana, y Vara, 4.220 en Extremadur­a. Sánchez, al recuperar el trono de Ferraz, recompuso su relación con Vara de inmediato y le nombró presidente del consejo de política federal del PSOE. Con Puig se mantienen las distancias, aunque el equipo del presidente valenciano asegura que por su parte hay “buen rollo” con Sánchez.

Algunos dirigentes del PSOE confían en que “todo se ordenará y se irá encajando”. “Pedro tendrá que aprender a convivir con los presidente­s, y viceversa, les guste más o menos. Bajarán las pasiones y se impondrá el pragmatism­o, que es muy sano”, argumenta un veterano.

Un episodio muy significat­ivo de la actual situación de reordenaci­ón del tablero interno del PSOE es el choque que ya se ha producido entre Sánchez y el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano GarcíaPage, a cuenta de la consulta a la militancia del acuerdo por el que Podemos se incorporar­ía a ese Ejecutivo regional. Un primer pulso entre Ferraz y una federación socialista, solventado ya, pero que ha demostrado que no hay miedo a plantar cara a la nueva dirección del PSOE. “Y menos cuando no es un asunto de partido, sino de un gobierno”, defiende el equipo de García-Page. El aragonés Javier Lambán no ha convocado tampoco todavía el congreso regional.

La balear Francina Armengol, en cambio, lo culminó el sábado. Es la única presidenta autonómica que respaldó a Sánchez en sus primarias, y el propio líder del PSOE la acompañó en su proclamaci­ón: “¡Hoy es un día grande porque proclamamo­s a Francina como vuestra secretaria general en un congreso del PSIB en el que se ve que hay unidad y miráis al futuro!”.

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LLITERES / EFE El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, el sábado en la clausura del congreso socialista balear

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