La posibilidad de que se pueda ejercer el voto electrónico el 1-0, en el aire

PROBLEMAS DEL SISTEMA Hay serias dudas de que pueda estar completamente acabado a tiempo

En junio del 2016 el Govern anunció su apuesta por el voto electrónico. Se comenzó a trabajar en una nueva ley y en un nuevo mecanismo que permitiera votar, incluso, desde el móvil. Pero si en las últimas semanas se apuntaba que el sistema podría estrenarse en el referéndum de independencia del 1 de octubre, lo cierto es que por ahora todo queda en el aire: por los tiempos del trámite legal que ampara al sistema, por cómo se tendría que aprobar la ley –con una mayoría cualificada que los partidos independentistas no tienen– y por el propio sistema, del que hay dudas que pueda estar completamente acabado a tiempo.

Cuando anunció su apuesta por el voto electrónico, el Govern se fijó que este pudiera estar listo a un año vista. La idea era que se pudiera aplicar en julio de este año: la fecha prevista de unos nuevos comicios en Catalunya que, según la hoja de ruta de aquel momento, tendrían que ser constituyentes. El nuevo sistema tenía como objetivo garantizar el voto de los catalanes que viven en el extranjero después de que hubieran habido numerosas quejas ante los problemas que se encuentran para poder votar (dificultades burocráticas en embajadas, pérdida de papeletas, etcétera).

Pero el voto electrónico no está garantizado este mes y difícilmente lo podrá estar en octubre.

Si bien la ley estaba prevista que se sometiera a votación en el pleno de esta semana, el último antes de vacaciones, Ciutadans ya ha anunciado que la llevará al Consell de Garanties Estatutàries ante la duda sobre si se adecúa a la Constitución y al Estatut. El PSC también sopesa hacerlo. Recurrir al Consell de Garanties ya supone aplazar al menos un mes el debate final de la ley en el pleno y probablemente ya no se podría aprobar hasta después del verano.

Sin embargo, el hecho de que se pudiera someter a votación en el pleno de esta semana tampoco garantizaba nada. El motivo es que los letrados de la Cámara consideran que se necesita una mayoría cualificada de 90 diputados para poder aprobarla, ya que se trata de una norma que desarrolla la ley electoral. Junts pel Sí y la CUP suman 72 escaños. Cs, PSC y PP ya han anunciado que están en contra de la norma, por lo que, aunque Catalunya Sí que es Pot estuviera a favor, sus once diputados son insuficientes.

Más allá de trámites parlamentarios, también juega en contra del sistema de voto electrónico el calendario, ya que octubre podría ser demasiado pronto para que la técnica se pueda implementar con todas las garantías.