No es carril para motos
El número de multas a conductores de estos vehículos por invadir el espacio reservado a autobuses y taxis se dispara este año en Barcelona
Hace apenas unos días, el gobierno municipal de Barcelona anunció su propósito de perseguir con mayor dureza las infracciones que otros vehículos cometen en el carril bus-taxi, para tratar de incrementar así la escasa velocidad comercial de los autobuses. La intención, aseguraron entonces los responsables de Movilidad del Ayuntamiento, es que la Guardia Urbana sea especialmente inflexible con el estacionamiento en el carril reservado y con las operaciones de carga y descarga. Sin embargo, ya antes de que se hicieran públicos estos planes, la operación multa se puso en marcha. Pero la presa más buscada por los agentes fueron las motos. Así lo corroboran las datos de denuncias por invasión del carril bus que el comisionado de Seguridad, Amadeu Recasens, ha hecho llegar al presidente del grupo municipal del PP, Alberto Fernández, motorista y pertinaz defensor de que los vehículos de dos ruedas puedan utilizar el espacio reservado al transporte público.
Basta comparar los datos del año pasado y los del primer trimestre del 2017 para confirmar que no es este un carril para motos. Un total de 1.074 multas a motoristas por circular por el carrril bus-taxi sólo entre el 1 de enero y el 31 de marzo, a razón de una docena por día. Pueden parecer pocas habida cuenta de que por Barcelona, una de las capitales europeas de la moto, circulan unos 300.000 vehículos de este tipo, responsables en gran medida de que el tráfico de la ciudad no sea un poco más insufrible de lo que es. Pero si se comparan con las 499 denuncias impuestas en el mismo periodo de este año no es difícil interpretar que el cerco a las motocicletas y ciclomotores que transitan por el carril bus se ha estrechado.
Alberto Fernández, convencido de que entre las numerosas fobias del gobierno de Ada Colau se incluye “la motofobia”, formuló el pasado 6 abril una pregunta sobre las multas impuestas a los conductores de los vehículos de dos ruedas en los tres primeros meses del año por cometer esta infracción. Respuesta: 1.074, una cifra que representa ya casi el 70% de todas las denuncias formuladas por el mismo concepto en los doce meses del 2016. La intuición del dirigente del PP no falló.
Fernández aprovecha ahora esta situación para reemitir uno de sus clásicos, para reclamar a la alcaldesa Colau lo mismo que hace ya muchos años pidió al socialista Jordi Hereu, lo mismo que en el mandato anterior solicitó al convergente Xavier Trias, que las motos puedan circular por el carril bus taxi sin temor a ser multadas. Para ello habría que modificar los artículos 13 y 15.2 de la Ordenanza de Circulación de Peatones y Vehículos, algo que el actual gobierno de la ciudad, al igual que sus predecesores, basándose en algunos estudios como el que hace unos años realizó el RACC, no considera oportuno. Fernández, que formalmente, mediante propuestas en comisión y en el pleno, o por la vía declarativa, ha planteado esta demanda en un sinfín de ocasiones, insiste en que la circulación por el carril bus es una medida que “jugaría a favor de la seguridad del motorista y repercutiría en la mejora de la movilidad”. “Ya la aplican Madrid, Vigo, San Sebastián, València o Sevilla, donde ha contribuido a reducir un 35% la siniestralidad de los motoristas”, añade el concejal.