La antorcha llega a Barcelona
El Ayuntamiento esperaba que unas 200.000 personas acudirían al Moll de la Fusta a las 22 horas para recibir la antorcha olímpica en una fiesta de fuego y luz que tendría continuidad luego por diferentes zonas de Barcelona hasta la llegada a la plaza Sant Jaume, prevista alrededor de las 3 de la madrugada.
Al mismo tiempo que Juan Antonio Samaranch anunciaba ante los miembros del COI su deseo de presentarse a la reelección, el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, destacaba en una entrevista en La Vanguardia que “lo esencial es que los Juegos sean un éxito. El primer objetivo, lo esencial, es que seamos capaces de organizar unos Juegos muy buenos y este objetivo está en la línea de la capacidad organizativa. Tenemos una responsabilidad ante el Comité Olímpico Internacional y ante el mundo de estar a la altura de la responsabilidad y el honor que se nos hizo. El prestigio de Barcelona, de Catalunya y de toda España no se podrá defender si los Juegos no salen bien. El segundo objetivo que hemos de lograr, sin perjudicar el primero, es dar a conocer el país. Y el tercero, aprovechar la estela olímpica para seguir estando presentes en el mundo, ser más competitivos y progresar”. Asimismo, el presidente de la Generalitat se mostraba satisfecho por una “presencia importante de los símbolos catalanes en los Juegos. Hace seis meses poquísimas personas podían pensar, por ejemplo, que en la inauguración se interpretaría Els Segadors. Creo, efectivamente, que hay que afirmar que se ha conseguido mucho”. Finalmente, pronosticó que la delegación española estaría “muy por encima de lo que hemos estado hasta ahora. Confío en que haremos un papel honorable”. Así fue. España logró 22 medallas.