Locomotora averiada
Dos sentencias impiden la construcción de El Corte Inglés impulsada por el gobierno municipal de Mataró
Dos contundentes sentencias del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya han declarado nula la operación urbanística impulsada por el Ayuntamiento de Mataró en el 2008 para liberar el solar y el entorno del recinto fabril de Can Fàbregas, entre la ronda Alfons XII y la calle Biada, para la implantación de El Corte Inglés. La construcción de lo que debía ser la “locomotora comercial” del centro mataronés con la creación de un millar de empleos, a criterio del tribunal se ha tumbado por el “irracional y delirante” desmontaje a piezas de la fábrica catalogada para ser almacenada en unos terrenos agrícolas, una “excentricidad” que da la razón a los recursos interpuestos por la Assemblea Pagesa del Maresme.
Las dos sentencias consideran los cambios urbanísticos impulsados por el Ayuntamiento el 2013, durante el gobierno tripartito (PSC-ERC-ICV) como un flagrante incumplimiento de la preservación del patrimonio cultural, ya que la fábrica estaba catalogada como bien de interés local. Al “intento grosero” de descatalogar el edificio, según el TSJC, se suma el traslado a piezas de la nave fabril a un espacio agrícola, pendiente de restituir el edificio “pieza a pieza”.
Si bien el actual Consistorio –gobernado por PSC y CiU– intenta no desistir de un proyecto planteado como uno de los grandes objetivos de la legislatura, las posibilidades de que El Corte Inglés se instale en Mataró son ínfimas. De nada sirve la indignación de las asociaciones de comerciantes de Mataró ante lo que consideran excesivas “trabas” a la tramitación de la gran superficie comercial, como son las sentencias del TSJC. El comercio muestra su pesar por perder lo que supondría un gran “polo de dinamización comercial”.
Los impactos judiciales no hacen más que dar la razón a los argumentos de El Corte Inglés para negarse a firmar el inicio de las obras, ignorando la presión del Consistorio, aduciendo “inseguridad jurídica”. Fuentes de los grandes almacenes aseguran que no emitirán un posicionamiento definitivo hasta que sus servicios jurídicos “hayan estudiado ambas sentencias”. A la empresa, sin embargo, le satisface haber ralentizado el proyecto, ya que de haber construido antes que las sentencias, las consecuencias económicas hubieran sido muy cuantiosas, más de 30 millones que ya llevan invertidos en Mataró.
La Assamblea Pagesa, entidad suscrita a la Unió de Pagesos, elude la responsabilidad por la paralización del proyecto. “El tribunal deja claro que algo se ha hecho mal”, espetó ayer Pep Riera, su portavoz, en una comparecencia en la que acusaron a la dirección de El Corte Inglés “de no haberse implantado en Mataró, porque no han querido”. El sindicato anunció que pedirá responsabilidades a los concejales implicados en la reconversión del recinto “donde se favoreció a familiares directos en un pelotazo” a través de terrenos adquiridos en pesetas que se vendieron en euros, obteniendo réditos suculentos.
El comercio local, que confiaba en el efecto dinamizador de los grandes almacenes, expresa su indignación