El Orfeó Català debuta en los Proms de Londres de la mano de Simon Rattle
El Palau de la Música alberga una media de dos actos al día, según datos del 2016
Podría haber sido una temporada funesta para el Palau, con el juicio por el caso Millet en marcha y polémicas como la de no personarse finalmente la Fundació como acusación particular contra CDC. Y sin embargo, artísticamente no podría ofrecer mejor balance. Ni colofón más sonado, pues gracias a la estrecha relación entre el flamante director de los coros de la casa, Simon Halsey, y la noble batuta Sir Simon Rattle, este verano el Orfeó Català y el Cor del Cambra del Palau debutan en el prestigioso festival BBC Proms de Londres. Será el 19 de agosto, con la London Symphony y el propio Rattle, extitular de la Filarmónica de Berlín, que les dirigirá en los
Gurrelieder de Schönberg. Las 6.500 localidades del Royal Albert Hall para esta cita se agotaron en diez minutos, recordaba ayer Halsey. Y la actuación será además seguida en directo por radio por medio millón de oyentes, y otros dos millones de televidentes la verán en la BBC cuando a las dos semanas se retransmita en diferido. Como aperitivo, dos días antes de esta cita histórica, el Orfeó actuará en solitario en la Southwark Cathedral de Londres, esta vez sí a las órdenes de Halsey.
El Palau presentó ayer su memoria del 2016. A grandes rasgos todos los números aumentan. Más conciertos, más público, más ingresos, más visitas, más mecenazgo, más alquileres de sala, mayor ocupación... y más actividad coral. Sin ir más lejos, el Orfeó hizo el año pasado una gira por Italia con la Novena de Beethoven y Daniele Gatti en el podio. En Barcelona se ponía a las órdenes de Iván Fischer junto a la Budapest Festival Orchestra, mientras el Cor Infantil cantaba la Pasión según San
Mateo de Bach dirigido por Sir John Eliot Gardiner (en el 2018 se los lleva a Pisa para interpretar
Las vísperas de Monteverdi), y el Cor de Cambra giraba con Marc Minkowski y Les Musiciens du Louvre cantando el Réquiem de Mozart. Todo ello se enmarcaba en la celebración del 125 aniversario del Orfeó.
Por otra parte, esta semana los coros de la casa tiene presencia activa en el Simposio Mundial del Canto Coral que se celebra en Barcelona, lo que no deja de ponerles en el punto de mira planetario. “Tenemos que aprovechar cualquier oportunidad para presentarnos ante la comunidad internacional, estamos perfectamente preparados”, apuntaba en inglés el también asesor artístico del Palau, tras dar cuenta de sus progresos con el catalán.
Pero a lo que íbamos. La Fundació Orfeó Català-Palau de la Música albergó el año pasado 565 conciertos y 78 actos, lo que implica, señalaba Joan Oller, una media de dos actos al día. El director general del Palau se mostraba entre orgulloso y desbordado. “No creo que podamos seguir creciendo”, alcanzó a decir. Pero también va- loraba como la correcta la actual línea: “No imagino que hagamos un decrecimiento en el número de conciertos en el próximo Plan Estratégico 2018-2021”.
De estos 565 conciertos, 275 son de programación propia, entre los que cabe contar 118 del ciclo Palau a les Escoles. Por lo que respecta a la cifra de asistentes, roza ya el medio millón (441.536) lo que sumado a los 204.153 usuarios de las visitas guiadas al Palau (que también aumentan un 4,55%) hacen un total de 645.689. Y sin contar las 6.000 personas que acudieron a la jornada de puertas abiertas... El 2016 fue el el año de la Turangalila con la que vibró Dudamel; el año de la presencia de la orquesta del Concertgebouw; la Filarmónica de Viena con Harding; Mutter, Kaufmann, Flórez, Jaroussky... o el diálogo entre William Kentridge y Matthias Goerne, recordaba Víctor Garcia de Gomar, director artístico adjunto. El año que Plensa decidió dejar su Carmela en la puerta del Palau a petición del vecindario y del Ayuntamiento.
Y acabó con una cuenta de resultados positiva de 165.424 euros (tras amortizaciones netas). Se ingresaron 14 millones (29% de la taquilla; 20% de las visitas; 19% de la explotación de salas; 14% del mecenazgo, y 13% de las subvenciones públicas), y se gastaron 13,4 millones: casi la mitad en actividad y el 33% en personal.
El Palau ofrece por primera vez datos de impacto socioeconómico: en el 2016 contribuyó en 96,83 millones de euros a la economía española (64, 17 millones si hablamos del PIB catalán) y también a crear, directa o indirectamente, 1.058 puestos de trabajo.
Además está descifrando el perfil de su público: media de edad de 46 años –56 la de los abonados–; más mujeres que hombres (54% frente a 46%) y hasta un 26,6% de extranjeros. Los estadounidenses son los más numerosos (17%) y les siguen los surcoreanos (10%) que además muestran criterio al escoger conciertos. Les siguen alemanes, japoneses y franceses .
Halsey: “Aprovechemos cada oportunidad para presentarnos ante la comunidad internacional”