El nuevo coloso
Kamasi Washington
Intérpretes: Kamasi Washington, saxo tenor; Rickey Washington, flauta y saxo soprano; Ryan Porter, trombón; Brandon Coleman, teclados; Patrice Quinn, voz; Joshua Crumbly, contrabajo; Robert Miller, batería; Jonathan Pinson, batería
Lugar y fecha: Festival de Jazz de Barcelona. Sala Barts (24/VII/2017)
Ferviente admirador de grandes saxofonistas como Pharoah Sanders, Sonny Rollins o Wayne Shorter, hace un par de años el californiano Kamasi Washington debutó como líder con un triple álbum, The
Epic, y pasó de ser un artista casi desconocido a convertirse en la nueva sensación de la joven escena del jazz contemporáneo. Con una orquestación de lo más original, que incluye a un coro y a una formación de cuerda junto a una banda de jazz eléctrico, este monumental trabajo de 173 minutos ha concitado los elogios de la crítica y de un público transversal, que va más allá de los meros aficionados al jazz.
Tras actuar el domingo en San Sebastián, y como anticipo de la próxima edición del Festival de Jazz de Barcelona, la sala Barts se puso de bote en bote para recibir a un Kamasi Washington que volvía en loor de multitudes a Barcelona un año después de su debut en el Primavera Sound. Ataviado con un vestido tradicional africano, este voluminoso saxofonista tenor apareció el frente de un septeto para arrancar con el tema que abre su triple álbum y de título revelador,
Change of the guard. Con una sonorización demasiado estridente pero que poco a poco iría mejorando, Kamasi realizó un auténtico tour de
force a lo largo de un brillante y expansivo solo que reunió espiritualidad, visión cósmica y fuerza dramática. Tras un bonito tema del trombonista Ryan Porter, compareció en escena el octavo miembro del grupo y padre del saxofonista, Rickey Washington, para abordar como flautista una reflexiva composición de Kamasi dedicada a su abuela, Henrietta our hero , y que contó con los fascinantes vocalismos de Patrice Quinn.
El nuevo coloso del saxo tenor abordó a continuación uno de sus temas favoritos de todos los tiempos, ni más ni menos que Giant feelings, obra del inspirado teclista Brandon Coleman y todo un viaje de lo más funkadélico. Antes de dejarnos alucinados con la velocidad e intensidad de sus intervenciones en un cinemático The Magnificent
7, coronado por un solo de toma pan y moja del contrabajista Joshua Crumbly. Encadenando ya en la parte final un irresistible Re run, con una picante conversación entre los dos baterías, Robert Miller y Jonathan Pinson, hasta desembocar en un emotivo The rhythm
changes, con la maravillosa voz de Patrice Quinn y un Kamasi cargado de fuerza espiritual. Sin duda, el pasado lunes asistimos al gran acontecimiento jazzístico del verano. Sensacional.