EE.UU. sospecha que el programa espacial iraní está destinado a misiles
Irán ha probado con éxito un cohete capaz de poner grandes satélites en órbita, según anunció ayer la televisión estatal, pero el ensayo tiene todo el potencial de elevar la tensión con Estados Unidos debido a su hipotética utilización como misil balístico de largo alcance.
Según Washington, Teherán está desafiando una resolución de las Naciones Unidas que veta toda actividad relativa a misiles balísticos con capacidad de ser armados con cabezas nucleares, mientras que el Gobierno iraní niega que posea misiles destinados a ese fin.
“El Centro Espacial Imán Jomeini ha sido inaugurado oficialmente con el exitoso ensayo del cohete Simorgh (Fénix). El Simorgh puede poner en órbita a 500 kilómetros un satélite de hasta 250 kilos de peso”, decía la información televisiva. Las imágenes mostraban el cohete montado sobre una lanzadera con las imágenes del ayatolá Jomeini y el líder supremo actual, el ayatolá Ali Jamenei.
Estados Unidos ha impuesto este mes nuevas sanciones económicas sobre Irán a propósito de su programa de misiles, afirmando que las “actividades malignas” de Teherán en Oriente Medio han liquidado toda “posible contribución” del acuerdo internacional sobre el programa nuclear iraní alcanzado en el 2015. Donald Trump pretende presionar aún más a Irán pero sin llegar a denunciar el acuerdo, que implica a seis países.
Teherán asegura que su programa espacial tiene fines pacíficos pero expertos occidentales sospechan que puede servir para desarrollar tecnología militar. Al menos así lo afirmó el pasado lunes Scott Kripowicz, de la Agencia de Defensa de Misiles del Pentágono, durante una conferencia en Israel. “Los lanzamientos al espacio, que pueden redundar en el desarrollo de tecnología de misiles intercontinentales, son una amenaza cada vez más real”, aseguró. “Irán ha puesto en órbita satélites pequeños y ha anunciado planes para hacer lo mismo con grandes satélites utilizando el Simorgh, que puede ser configurado como un misil ICBM”, es decir, un misil intercontinental, dijo Kripowicz, añadiendo que “los progresos en el programa espacial de Irán pueden acortar el camino hacia un ICBM, ya que la tecnología es similar, con la única excepción de la carga” que se le coloque al proyectil.
El sábado pasado, Irán anunció la apertura de una nueva planta para producir un misil antiaéreo, capaz asimismo de interceptar misiles de crucero o alcance medio.
Hay que recordar que en el 2013 Irán afirmó que había enviado un mono al espacio y lo había recuperado con vida, lo que daba perspectivas al programa espacial para enviar personas al cosmos. Sin embargo, el pasado marzo un alto funcionario dijo que la agencia espacial iraní había cancelado el proyecto debido a su elevado coste.