El turismo vuelve a impulsar el empleo
EL segundo trimestre, que tradicionalmente es el mejor para el empleo, no ha defraudado tampoco este año. De abril a junio se han creado 375.000 nuevos puestos de trabajo y el número de ocupados llega hasta los 18,8 millones, medio millón más que hace un año.
La mayoría de nuevos puestos de trabajo pertenecen al sector servicios, con 272.400 contratos, lo que confirma nuevamente la estrecha vinculación de la mejora del mercado laboral con el turismo, que vuelve a registrar una temporada récord. Catalunya, como primera comunidad turística del Estado, es la que mayor aumento del empleo registra, con 72.600 nuevos trabajadores.
Sin embargo, la pujanza del sector turístico, que se halla en máximos históricos de ocupación, no bastará para llegar a cotas mucho más elevadas de puestos de trabajo. Es importante que el empleo haya crecido también en este trimestre en la industria, con 65.700 nuevos puestos de trabajo, y en la construcción, con 52.100. También han registrado un fuerte despegue los trabajadores autónomos: 23.800 más.
Pero es evidente que debería haber un mayor dinamismo laboral en la industria y los servicios de calidad. El país necesita, en este sentido, el impulso de un ambicioso plan de investigación, innovación y desarrollo, con la implicación de las administraciones, las empresas, las universidades y los centros tecnológicos para el fomento de nuevas actividades de alto valor añadido que sean capaces de crear más empleo, de más calidad y mejor pagado.
De los empleos creados en el segundo trimestre, 93.600 lo han sido con contrato indefinido y la mayoría, en concreto 255.9000, con contrato temporal. Ello demuestra que se mantiene el alto porcentaje de temporalidad y de precariedad del mercado laboral. En este sentido, a vuelta de vacaciones sería necesario avanzar en reformas legislativas para favorecer la estabilidad laboral. Pero también hay que hacerlo en nuevas políticas activas de empleo para contribuir a reducir el elevado paro que todavía persiste, sobre todo entre los jóvenes y entre los desempleados de larga duración.
Es cierto que se ha bajado de la barrera de los cuatro millones de parados por primera vez en nueve años, hasta los 3,9 millones de personas, lo que supone que la tasa de paro se ha reducido al 17,22%. Pero es todavía demasiado elevada y no justifica complacencia alguna aunque los datos hayan mejorado. Hay que tener en cuenta, además, que en este descenso del paro ha influido también la caída de la población activa en 148.000 personas en el último año.