“Bloquean la energía solar”
El empresario Miguel Torres denuncia las trabas para conectar su planta de autoconsumo
Miguel Torres, el empresario que da nombre a las famosas bodegas del Penedès, denunció ayer públicamente las trabas que sufre el desarrollo en España de la energía solar fotovoltaica. Torres expuso su propio caso y la frustración que siente al constatar los obstáculos que bloquean su plan para conectar una instalación de autoconsumo con energía fotovoltaica instalada en su finca del Penedès destinada a cubrir un 6% de la demanda eléctrica.
“¿Por qué se bloquea la energía solar fotovoltaica? Es difícil entender por qué tiene que ser tan complicado para una empresa instalar placa fotovoltaicas para cubrir sus necesidades energéticas”, expuso ayer el empresario. Bodegas Torres ha invertido 465.000 euros en una instalación de 400 kW para su autoconsumo en su bodega de Pacs del Penedès. Transcurridos 13 meses desde que se acabaron los trabajos, la planta sigue desconectada. No ha logrado los permisos, pese a las múltiples gestiones (Generalitat, empresa, Administración central...). El empresario ha hecho todo un peregrinaje para resolver el problema, pero sin éxito. “Ahora se nos exige un transformador que implica invertir 200.000 euros, lo que hace que la instalación sea inviable”, se lamenta. “Trabajamos en Chile, en Alemania, en California, y en ningún sitio tenemos estos problemas”, añadía.
“En todo el mundo se dan facilidades para instalar placas fotovoltaicas. Es la energía del futuro y la más barata, y más en el sur de Europa”, exclamaba. “¿Qué lógica tiene que España malgaste los ingresos del turismo en comprar petróleo, cuando buena parte de esta energía se podría sustituir por energía fotovoltaica?” Por su parte, José Donoso, director general de la Unión Española Fotovoltaica, explicó que ha dirigido una carta al Ministerio de Energía para clarificar los procedimientos administrativos que bloquean este tipo de proyectos y para pedir una “norma clara”.
Torres se refirió también a su preocupación por el cambio climático: “Sabemos que con el aumento de temperaturas cada vez será más difícil mantener la calidad de los vinos, aunque nos estamos adaptando comprando fincas de cultivo en zonas de más altitud. Pero la viticultura está amenazada, y todos debemos hacer lo que podamos para reducir las emisiones de CO2”, señala el empresario catalán.