Los trabajadores del metro ponen fin a la huelga
La asamblea vota a favor de la última propuesta de convenio colectivo presentada por la mediación y desconvoca los paros
El acuerdo recoge un incremento salarial, contrataciones a jornada completa y mejoras laborales
Punto y final al conflicto del metro. La asamblea de trabajadores se ha pronunciado a favor de aceptar la última propuesta de convenio colectivo y acabar con la huelga que ha dejado Barcelona sin metro en hora punta durante doce lunes durante este año y alteró el desarrollo del Mobile World Congress y diversos eventos multitudinarios el año pasado.
Los representantes del comité de huelga trasladaron ayer a los empleados reunidos en las Cotxeres de Sants la última oferta hecha por la Generalitat en la mesa de mediación del Departament de Treball. Sumaron 480 votos a favor, 302 en contra y 56 abstenciones entre los asistentes a las asambleas celebradas en turno de mañana y de tarde.
El margen de apoyos al texto final fue más ajustado de lo que cabía esperar. Algunas voces apostaban por seguir presionando pero se acabó imponiendo la línea defendida por varios sindicatos desde hace semanas, instando a poner fin a un conflicto en el que poco más se podía sacar a la empresa pública, encorsetada por los límites presupuestarios que establece la legislación vigente.
La aprobación del convenio coen lectivo garantiza la paz social en el metro hasta 2019 y recoge mejoras a nivel salarial y laboral. El sueldo de los trabajadores se incrementará un 4,5% entre el 2016 y el 2019 más una serie de complementos anuales que suponen un aumento total del 7%.
Las mejoras salariales fueron lo primero que se acordó. En lo que se han centrado las negociaciones durante las últimas semanas ha sido en las condiciones laborales y en la recuperación de tareas de mantenimiento de la infraestructura actualmente externalizadas. “Os podéis quedar todo el dinero, no es por lo que estamos luchando”, llegó a espetar el presidente del comité de empresa, Pere Ramon, en la comisión del Ayuntamiento donde la presidenta de TMB, Mercedes Vidal, fue reprobada por la oposición en bloque. El documento definitivo consigue recuperar una cincuentena de puestos de trabajo que ahora estan en manos de empresas privadas e inicia progresivamente la contratación a jornada completa de personal que trabaja a tiempo parcial. Además, se crean nuevos turnos para adecuarse mejor a las reclamaciones de conciliación familiar y acaban con incumplimientos que llevan tiempo arrastrándose. Todo ello supone un coste de 23 millones de euros en cuatro años para la mayor empresa pública de Catalunya.
El convenio colectivo aprobado por los trabajadores ya contaba con el visto bueno de la dirección de Transports Metropolitans de Barcelona (TMB), que el lunes dio su aprobación. Ayer, una vez conocido el resultado de la asamblea, la empresa emitió un comunicado el que lamentaba las molestias que han sufrido los viajeros durante las jornadas de huelga y agradecía a la ciudadanía “su paciencia y colaboración, así como la actitud que ha mantenido a lo largo del conflicto”.
“Gana el transporte público, gana la ciudad”, celebró la alcaldesa Ada Colau en las redes sociales. Su implicación en la resolución del conflicto había sido largamente reclamada por los sindicatos y la oposición. Lo cierto es que la semana pasada desautorizó a Vidal y a los representantes de TMB para liderar las conversaciones y ordenó directamente la implicación del gerente municipal, Jordi Martí. Casualidad o no, una semana después se ha acabado resolviendo.
La aprobación en asamblea de la propuesta de mediación acaba con cerca de dos largos años de tortuosas negociaciones. Ambas partes han sumado casi un centenar de reuniones, primero en un entorno de diálogo directo entre la dirección y los trabajadores que acabó con un desencuentro total y después en una mesa de mediación de Treball. Las propuestas se iban mejorando y siendo rechazadas por los sindicatos una tras otra. El escaso avance desembocó en una situación insostenible. La huelga seguía y durante dos semanas no se movió ninguna ficha. Los mediadores vieron la situación tan enquistada que propusieron un arbitraje voluntario, también rechazado por los representantes de los trabajadores. Fue entonces cuando la oposición empezó a pedir la dimisión de la concejal Mercedes Vidal, que salió a última hora de la tarde a celebrar el acuerdo y a agradecer el esfuerzo final hecho por todas las partes para cerrar una negociación “altamente compleja en la que acaban prevaleciendo los intereses de todos: los trabajadores, el servicio público y la ciudadanía”.
La dirección de TMB y los sindicatos se reunirán hoy en las dependencias de la Conselleria de Treball para firmar el documento que sella la paz. El lunes, los usuarios podrán coger el metro sin sufrir unas aglomeraciones en hora punta que ya se habían asumido como rutinarias.