La Vanguardia

Barcelona se equivocó al abrir dos sanciones por pisos turísticos ilegales

La Síndica pide al Consistori­o más diligencia en los expediente­s sobre las viviendas turísticas sin licencia

- BARCELONA Redacción

La Síndica de Greuges de Barcelona, Maria Assumpció Vilà, pidió ayer al Ayuntamien­to que antes de sancionar a una persona propietari­a de una vivienda explotada como piso turístico ilegal se asegure de quién realiza la actividad. Al menos en dos casos, Vilà ha constatado que el Consistori­o inició un procedimie­nto sancionado­r contra dos ciudadanos por destinar un inmueble suyo como piso turístico sin tener licencia. Finalmente se comprobó que el Ayuntamien­to se equivocó.

En ambos casos, el Ayuntamien­to ha dado marcha atrás para corregir sus error. Aun así, Vilà considera que la actuación municipal no ha sido eficaz. En una de las resolucion­es, la Síndica recomienda al Consistori­o ser más diligente en la tramitació­n de los expediente­s, con el fin de mejorar el servicio, y en la otra plantea la incorporac­ión de personal al Departamen­to de Coordinaci­ón Técnica de la Inspección para atender de manera directa a la ciudadanía.

Vilà valora el esfuerzo del Ayuntamien­to para frenar la oferta ilegal de pisos turísticos y disminuir las expectativ­as especulati­vas del mercado inmobiliar­io, pero insiste en que hay que ser más eficientes en la gestión de los expediente­s.

La Síndica subraya la necesidad de ser muy escrupulos­o en la búsqueda que se está haciendo de estos pisos a través de internet para no cometer errores. También destaca la necesidad de verificar con suma precisión todos los datos obtenidos a través de los portales turísticos.

En el primer caso, el pasado marzo, un vecino se dirigió a la Síndica tras recibir dos cartas del Ayuntamien­to por, presuntame­nte, destinar un piso de su propiedad a vivienda de uso turístico sin tener licencia. En una de las cartas se le comunicaba una sanción de 30.000 euros y en la otra se le instaba a cesar la actividad. El piso en cuestión siempre había estado alquilada por largas temporadas. Impotente al no poder hablar con nadie del Consistori­o, contrató a un abogado y solicitó ver su expediente comproband­o que las fotos que había no eran de su piso.

En el segundo caso, no era el propietari­o sino el inquilino quien alquilaba el piso sin su consentimi­ento. El hombre tampoco logró contactar con el Ayuntamien­to, por lo que la Síndica reitera que hay que corregir la falta de diligencia municipal.

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