Las mujeres del hockey hierba sonríen

El equipo español femenino de hockey hierba alcanzó un oro con el que nadie contaba. Pero no fue un camino sencillo para las jugadoras españolas, que comenzaron el torneo olímpico con un valioso empate frente a Alemania en un partido que perdían por 0-2. Sin embargo, dos penalti-stroke transformados por Teresa Motos dieron un empate (2-2) a España, que mejoró cuando lo tenía todo en contra. Fue el primer paso hacia una medalla histórica.

En las piscinas Picornell, el debut de Martín López Zubero no pasó del séptimo puesto en los 100 mariposa, pero este era un dato secundario. Su objetivo principal se centraba en los 200 espalda y en esa distancia, el nadador español, que se defendía mejor en inglés, no falló. La victoria en el hectómetro fue para el favorito, Pablo Morales, que desde 1984 soñaba con el oro. Entonces un tal Michael Gross le había apartado de su objetivo, pero en Barcelona’92 todo fue distinto y el estadounidense pudo sonreír finalmente aunque tan sólo tres centésimas le apartaron del polaco Szukala.

La primera medalla de oro española llegó en el velódromo de Horta. El protagonista fue el ciclista José Manuel Moreno, un competidor frío y seguro que cumplió con lo que se esperaba de él y relegó a la segunda y tercera posiciones al australiano Sane Kelly y al estadounidense Erin Hartwell, respectivamente, en el kilómetro contrarreloj. “Espero estar muy pronto con Indurain –que había ganado el segundo Tour pocos días antes– y el resto de profesionales, disputando pruebas en carretera”, afirmó el primer campeón olímpico español de Barcelona’92. Pese a nacer en Amsterdam, Moreno dejó bien claro que “me siento gaditano y español”.