Rajoy reivindica el éxito económico y la fortaleza política de su Gobierno
El presidente advierte al PSOE y Podemos que “la ansiedad es mala consejera”
Mariano Rajoy cerró ayer el curso político con una reivindicación en toda regla de Mariano Rajoy. De su gestión económica, de la estabilidad política de su Gobierno y hasta del regreso de España, por la puerta grande, a la escena internacional: el próximo 28 de agosto, anunció, se volverá a codear en una reedición de la cumbre de Versalles con la alemana Merkel, el francés Macron y el italiano Gentiloni. El presidente del Gobierno compareció ayer en el palacio de la Moncloa –como ya es tradición antes del paréntesis veraniego, y en el salón de tapices para darle mayor empaque–, arropado por casi todo su Ejecutivo. Y tras un Consejo de Ministros que acababa de disparar otro misil a la línea de flotación del proceso independentista catalán, con un nuevo recurso al Tribunal Constitucional.
Y frente a la imagen que dibuja la oposición de un presidente del Gobierno agonizante, superado por la realidad, acorralado por los escándalos de corrupción que carcomen los cimientos del PP y en la absoluta soledad de su minoría parlamentaria, Rajoy se presentó en cambio tan campante, optimista, sencillo y sin una gota de la afectación y sobreactuación que habitualmente detecta en sus principales adversarios políticos. “No existen razones nunca, y tampoco ahora, para la autocomplacencia y el chovinismo, porque siempre quedará mucho trabajo por hacer y muchas cosas por mejorar”, admitió. “Pero sí tenemos razones poderosas para disfrutar de una sana y amable satisfacción por formar parte de este país, España, de su admirable historia, de sus instituciones, de su hospitalidad y de su capacidad de superación”, añadió. “Yo me siento satisfecho de lo que estamos logrando entre todos, aunquecontinuarétrabajandopara seguir estando satisfecho. Seguiremos dando la batalla”, prometió.
Rajoy empezó por sacar pecho de su gestión económica. “España crece y mejora día a día, ante los ojos de todo el mundo y también de los propios españoles”, aseguró. Y exhibió una retahíla de “espléndidas cifras” sobre el crecimiento económico, ya por encima del 3% del PIB. “Hemos recuperado el nivel de riqueza que teníamos antes de la crisis”, celebró. También con la “intensa creación de empleo”, con una última encuesta de población activa que es “lisa y llanamente” la que registra el mayor crecimiento de la historia. Ya hay casi 19 millones de personas empleadas y “el objetivo de llegar a los 20 millones de ocupados se puede conseguir incluso antes del 2020”. Y tras haber logrado aprobar el techo de gasto para el 2018, confió en sacar adelante los próxilos mos presupuestos generales del Estado. “Son claves”, resaltó, para que España salga definitivamente del procedimiento de déficit excesivo de la UE y se consolide la recuperación económica.
“La estabilidad de un Gobierno depende de los presupuestos”, admitió. Pero destacó que “ya hemos acreditado capacidad de diálogo con distintas fuerzas para sacar adelante los presupuestos”. Así, reconoció expresamente la “actitud de colaboración” de Ciudadanos, el PNV, Coalición Canaria y Nueva Canarias, además de sus socios electorales de UPN, Foro Asturias y Partido Aragonés. El mensaje es que, pese a su minoría parlamentaria, el PP no está sólo, frente a los “tacticismos rancios y de vuelo corto” que veladamente atribuyó, cabe entender, al PSOE y Podemos. Rajoy insistió, en este sentido, en que envites de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias ni siquiera le despeinan. “El Gobierno ha superado, con absoluta tranquilidad, una moción de censura. Una sesión parlamentaria que sólo ha servido para demostrar que no existe una mayoría alternativa a la que ahora hay en la Cámara”, subrayó.
Tampoco, por tanto, le tiembla el pulso porque ahora Sánchez e Iglesias quieran forzar otro pleno extraordinario sobre la corrupción que salpica al PP. “Desde el 2009 en que hemos conocido este asunto –dijo en alusión a la trama Gürtel–, me he presentado a tres elecciones, a decenas de intervenciones en el Parlamento, algunas monográficas, y si se produce una más, será una más”. Pero aprovechó para extender una receta para Sánchez e Iglesias: “Todo lo exagerado acaba por ser irrelevante y la ansiedad es siempre mala consejera y no conduce a casi nada en la vida”.
Es más, le preguntaron si se ve de nuevo como candidato del PP para las próximas elecciones generales y aseguró que no se lo ha planteado, pero no lo descartó en absoluto: “Yo me encuentro bien, tengo ganas e ilusión”. Y ninguna gana, claro está, de tirar la toalla. Además, y aunque aludía a Carles Puigdemont, dejó claro que tampoco piensa en una legislatura corta: “Nunca me ha gustado adelantar elecciones”.