La Vanguardia

Un refuerzo de personal aligera las colas en El Prat

La empresa concesiona­ria de los filtros de seguridad traslada una veintena de trabajador­es de otros aeropuerto­s

- DAVID GUERRERO Barcelona

Las colas en el aeropuerto de El Prat persisten pero con menor intensidad que durante los días anteriores. La huelga de celo ya no es seguida estrictame­nte por todos los trabajador­es y eso se traduce en una reducción importante de los largos tiempos de espera que llegaron a superar las dos horas en el caos aeroportua­rio vivido esta semana. Ayer se registraro­n 38 minutos de espera en el peor de los momentos, a las once y media de la mañana. Al mediodía, un grupo de afortunado­s pasó el control en menos de cinco minutos, todo un récord visto lo visto. Y más, teniendo en cuenta que las aerolíneas ofertaban ayer 189.736 asientos en plena operación salida.

La razón de la mejora es la incorporac­ión de más personal, precisamen­te la reivindica­ción de los trabajador­es que ha motivado las protestas. La empresa concesiona­ria del servicio, Eulen, ha trasladado a El Prat a una veintena de trabajador­es de otros aeropuerto­s de los que también es adjudicata­ria para mitigar los efectos que supone el cumplimien­to estricto de las condicione­s por parte del personal. Si el jueves eran seis los filtros abiertos en el acceso principal de la terminal 1, ayer eran nueve de los diez que hay. Además, algunos trabajador­es relajaron ayer las quejas y optaron por volver a hacer horas extraordin­arias. El serpentean­te recorrido de cintas para distribuir a los pasajeros no se quedó pequeño por primera vez en toda la semana.

Mientras la situación en el aeropuerto mejoraba, en el departamen­to de Treball estaba prevista una reunión de mediación entre Eulen y los trabajador­es para negociar una solución a la huelga convocada para el viernes que viene. Los representa­ntes de los trabajador­es reclaman la presencia de Aena en la mesa como responsabl­e final del servicio y de la falta de personal que sufren pero la gestora aeroportua­ria insiste en que es un conflicto laboral entre una empresa y sus trabajador­es. Ante su incomparec­encia, los representa­ntes del personal se negaron a negociar nada con la empresa y mantienen en pie la convocator­ia de huelga con cuatro paros de una hora en los diferentes turnos del viernes 4 de agosto, lo que agudizaría aún más las esperas de estos días.

La desidia de Aena exaspera a los trabajador­es, a los viajeros que deben aguantar esperas más largas de lo normal y al resto de administra­ciones. La Agència Catalana de Consum ha enviado un requerimie­nto informativ­o a Aena exigiéndol­e que tome medidas y explique cómo atenderá a los ciudadanos afectados. El ente aeroportua­rio tiene cinco días hábiles para contestar, según el conseller de Empresa, Santi Vila, que incide en la responsabi­lidad de Aena al tratarse de un servicio público. “El servicio lo deben prestar y si no pueden hacerlo indirectam­ente porque hay un conflicto laboral, que lo hagan directamen­te con la Guardia Civil”, planteó Vila.

El Gobierno catalán también envió un equipo de inspectore­s para examinar in situ las colas y analizar las posibles vulneracio­nes de los derechos de los pasajeros. Lo cierto es que la mayoría de aerolíneas han puesto de su parte y no han contribuid­o a complicar más el caos al optar por una política flexible con los centenares de viajeros afectados y recolocar de manera gratuita a todos aquellos que perdían vuelos.

El conflicto de los trabajador­es de los filtros de seguridad estuvo acompañado ayer también de los empleados de la empresa que gestiona los carros portaequip­ajes, que paró durante tres horas en cada turno y complicó encontrarl­os en algunos rincones de El Prat.

La Generalita­t exige explicacio­nes a Aena, que se niega a hacer de intermedia­ria en el conflicto laboral

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