Estreno de cine en Sitges
La primera actuación en España de ‘La la land in Concert’ agota entradas
Sitges estrenó anoche la edición cero de un nuevo festival musical internacional agotando todas las entradas del primer concierto: La la land in Concert. Tres horas antes del concierto inaugural del festival Jardins de Terramar ya se habían vendido 1.380 de las 1.500 entradas disponibles de este espectáculo, donde una orquesta sinfónica de 60 músicos acompañó en directo la proyección de la oscarizada película romántica y musical dirigida por Damien Chazelle. Fue un espectáculo para ver y también para escuchar desde una gradería con asientos y gran visibilidad. De hecho, en la misma película se afirma que “parte del problema con el jazz es que no sólo tienes que oír la música. Tienes que verla, ver qué está en juego”.
El de ayer fue el primer concierto en España de la gira que empezó en el Hollywood Bowl de Los Ángeles el mayo pasado. Hoy La la land in Concert se podrá ver y escuchar por última vez en España en el festival Noches del Botánico de Madrid.
Muchos vecinos de Sitges ya se acercaron interesados la tarde de ayer a los jardines de Terramar para seguir el ensayo general de la obra y ver la gran transformación de los recuperados jardines. Muchas de las entradas vendidas a última hora los compraron turistas que estos días pasan sus vacaciones en Sitges. El concierto llegó a atraer expresamente a una pareja malagueña que ya había visto anteriormente cuatro veces la película, y que han aprovechado para pasar el fin de semana en tierras catalanas.
El nuevo festival de Sitges, que organiza Jet Entertainment con el apoyo del Ayuntamiento y de La Vanguardia como medio oficial, nace con cinco variados conciertos de gran formato. Hasta el 5 de agosto también actuarán Fangoria, Ara Malikian, Mayumana y Miguel Poveda. Estos espectáculos se acompañan de artistas musicales locales y dj. También hay danza y pintura en un bosque con camino iluminado y poesías de Santiago Rusiñol. Se ofrece gastronomía catalana y étnica en furgotecas pero sin ningún vino catalán. Sólo se podían beber vinos de Rías Baixas o Rioja, cerveza, combinados, refrescos o agua. La organización espera que el año que viene se puedan servir vinos y cavas catalanes. En la zona Vip hay jamón del bueno. Los lavabos son impresionantes. El lugar donde se celebra el festival es un espacio emblemático, los Jardines noucentistas de Terramar, que el año que viene celebrarán su centenario después de haber recuperado y naturalizado sus albercas con fauna autóctona.