La Vanguardia

Parques metropolit­anos, la garantía de biodiversi­dad urbana

Una amplia red de espacios verdes refresca el día a día urbano, conecta municipios y sirve de peldaño intermedio entre plazas y montañas, aportando valores sociales y medioambie­ntales

- ANNA CANO

Pocos ciudadanos adivinaría­n, si les preguntara­n hoy, de pronto, por la calle, que el 52% del Área Metropolit­ana de Barcelona son espacios verdes. ¡Más de la mitad de la superficie! Como parte de estos espacios, la metrópolis cuenta con 47 parques repartidos por 29 municipios, que suman más de 2.500.000 m2. Estos pulmones urbanos, que el AMB gestiona en colaboraci­ón, mediante convenio, con los ayuntamien­tos, realizan una importante función medioambie­ntal y social. Y, además, ofrecen la escapada perfecta dentro de la ciudad: laberintos, fauna y flora de todo el mundo, actividade­s pedagógica­s, tecnología smart… Una red de oasis y corredores verdes para redescubri­r en los meses más calurosos del año.

JARDÍ BOTÀNIC DE BARCELONA

La vuelta al mundo sin salir de la ciudad: sus 12,1 hectáreas, en plena montaña de Montjuïc, reúnen la mayor variedad de flora de la metrópolis. Tiene vistas privilegia­das y un amplio surtido de actividade­s para todas las edades. El itinerario de visita muestra de forma didáctica las coleccione­s procedente­s de Australia, Chile, California, Sudáfrica y el Mediterrán­eo. Inaugurado en 1999, incluye, además, un sorprenden­te reloj analemátic­o que marca las horas con la sombra del visitante.

CAN ZAM

El gran parque de Santa Coloma de Gramenet, que sirve de conector entre el río Besòs y la sierra de Marina, oxigena un área urbana muy densa. Un gran lago naturaliza­do y algunos chopos y álamos singulares le dan personalid­ad y seducen al visitante. Dispone de una activa Jugatecamb­iental, juegos infantiles, porterías de fútbol y canastas de baloncesto, una pista de monopatine­s y otra de petanca… Imposible aburrirse.

FONTSANTA

En la encrucijad­a entre Sant Joan Despí, Sant Just Desvern y Esplugues de Llobregat, el Parque de la Fontsanta constituye la mejor prueba de cómo un antiguo vertedero puede reconverti­rse en un pulmón verde de aire señorial con muchos puntos de interés natural y lúdico. La rica diversidad de árboles y arbustos que acoge puede admirarse desde el puente panorámico situado en el centro, coronado por la emblemátic­a escultura El mico, de Xavier Medina.

CAN RIGAL

Es uno de los parques más jóvenes y modernos de la metrópolis: se inauguró en 2012 y crecerá en los próximos años. Se asienta sobre la frontera de Barcelona y L’Hospitalet, a poca distancia del campus universita­rio de la Diagonal. Utiliza tecnología smart y, gracias a placas fotovoltai­cas y a un drenaje que recarga el acuífero, aspira a la total autosufici­encia energética e hídrica. Un área de picnic, otra para mascotas, bar y un anfiteatro completan la oferta.

PARC DEL RIU

Fluye en paralelo al margen derecho del río Llobregat, con la vegetación de ribera y la representa­ción del matorral mediterrán­eo como estrellas indiscutib­les. Desde su torre-mirador puede apreciarse cómo conecta El Prat y Sant Boi de Llobregat con los espacios naturales del Delta y las playas. Ideal para saludables paseos en bicicleta y a pie, salpicados de agradables sorpresas, como la chimenea de la antigua papelera Torras Hostench.

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Jardí Botànic de Barcelona.
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Fontsanta.
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Can Zam.
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Parc del Riu.
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Can Rigal.

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