El beneficio del grupo Santander se eleva un 24,%, hasta los 3.616 millones
El Banco Popular cierra el semestre con 12.000 millones de pérdidas
El consejero delegado del Grupo Santander, José Antonio Álvarez, reseñó ayer el proceso de estabilización del Banco Popular –adquirido el pasado 7 de junio, tras su intervención por parte de las autoridades comunitarias– y aseguró que “la actividad crediticia ya es normal”. Al final, el Popular cierra sus cuentas en junio con unas pérdidas de nada menos que 12.000 millones, según indicó Álvarez durante la presentación de los resultados del primer semestre del año en el que el grupo ha ganado 3.616 millones de euros, un 24% más de lo registrado en el 2016.
Además, para sanear el Popular, el impacto de la entrada en el capital del grupo Santander ascendió a 12.400 millones. De ellos, 7.200 millones provienen de la valoración de créditos y activos inmobiliarios, 4.300 millones de ajustes por deducciones de capital y 700 más, por la oferta realizada a accionistas e inversores del Popular afectados por su quiebra.
Álvarez recordó también que el primer día tras la compra del Popular por un euro, el Santander tuvo que inyectar 13.000 millones de euros a una entidad con gravísimos problemas de liquidez y que tenía las “cañerías del crédito vacías”. Además debieron aportar otros 7.000 millones para recupe- rar el capital regulatorio. Al tiempo, el grupo ha logrado unos 3.000 millones en créditos fiscales del banco adquirido.
Según destacó Álvarez, la entidad ha recuperado ya casi un tercio de la fuga de depósitos que vivió el Banco Popular en los últimos meses antes de su resolución acordada por las autoridades comunitarias. Entre diciembre y el 6 de junio, detalló, el Popular perdió 20.000 millones en depósitos y “a fecha de ayer, ya se habían recuperado 6.500 millones de euros”. El número dos del Santander explicó que, como acostumbra a ocurrir, la recuperación ha sido más rápida entre clientes institucionales y corporativos, mientras que desta- có el regreso “particularmente intenso” de las pymes. Por lo que respecta a los particulares, señaló que es un objetivo que “llevará más tiempo” y lo vinculó a la oferta que han hecho a parte de los accionistas del Popular que perdieron todo su dinero con la intervención del banco.
Sobre la amenaza de posibles litigios por la compra de la entidad quebrada, el consejero delegado reseñó que antes de la compra todas las decisiones correspondieron a la Junta Única de Resolución e indicó que no tienen provisiones para reclamaciones judiciales.
Por otro lado, con la entrada del
La entidad recupera 6.500 millones en depósitos de los 20.000 perdidos por el Popular en los últimos meses
Popular en el grupo, la ratio de capital de calidad máxima pasó del 10,72% al 9,58%. Nivel que esperan recuperar en breve, tras la reciente ampliación de capital de 7.000 millones de euros. En el momento de la intervención, la ratio de capital del Banco Popular se quedó en un -4,9%.
Según las cuentas presentadas ayer, en los 23 días en los que el Popular ya formó parte del grupo obtuvo un beneficio atribuido de 11 millones de euros. El grupo Santander además ha visto incrementar su ratio de mora hasta el 5,37% –sin el Popular es del 3,55%–.
Preguntada por el ajuste que comportará la integración del Popular, la cúpula del banco que preside Ana Botín manifestó que no hay cifras sobre el cierre de oficinas y la reducción de la plantilla, ya que habrá que esperar hasta dos años para que concluya la absorción. “El proceso de integración llevará tiempo”, recalcó el consejero delegado.
Así mismo, Álvarez se mostró “muy optimista” sobre la venta de la cartera inmobiliaria del Banco Popular, aunque reconoció que “no habrá plusvalías significativas”. En todo caso, el grupo Santander tiene que esperar a las autorizaciones pertinentes (véase recuadro) y tomar la decisión de vender todo en bloque o sólo una parte.