La Vanguardia

Norah Jones

Acompañada por el piano, la cantante estadounid­ense presentó ‘Day Breaks’

- Bàrbara Julbe Calella de Palafrugel­l

CANTANTE

La cantante estadounid­ense Norah Jones debutó anoche en el festival Jardins de Cap Roig confirmand­o la excelencia de su arte. Su empatía con el público, que llenaba el auditorio, redondeó una velada memorable.

El jazz dulce y sensual tiene nombre propio. Y este no es otro que el de la cantante y pianista estadounid­ense Norah Jones. Con nueve premios Grammy y más de 45 millones de discos vendidos, la artista que despliega una proximidad única que la aleja de las divas de su generación, brindó ayer en el escenario de Cap Roig una actuación fiel a su estilo. Sin duda, gustó, o mejor dicho, encandiló a un patio de butacas que conectó con ella des de la primera nota.

¿Será su voz joven y sugerente parecida a una caricia o tal vez su forma de cantar como si estuviera desvelando algún secreto íntimo lo que atrapa? Posiblemen­te ambos aunque muchos coinciden en que destaca por su virtuosism­o vocal. Su música combina elementos de jazz, soul, pop y country y lo que ha hecho en su nuevo trabajo Day

Breaks esta estrella internacio­nal del jazz y el soul es retornar a sus raíces jazzeras que la lanzaron al estrellato y retomar el piano como instrument­o fundamenta­l. Inició su concierto con Long

way home, un tema del disco de 2004 en el que habla de un largo camino por recorrer hasta casa. Y le siguieron otros como I’ve got to see you again, Those sweet words, Out on the road y también el Day Breaks. La artista, que lleva lo de la música en sus genes -su padre es Ravi Shankar, el famoso intérprete de sitar hindú, su madre Sue Jones es la productora de conciertos y su hermana Anoushka Shankar, fa- mosa sitarista- ofreció sabores musicales que recibieron el condimento de intensos y continuos aplausos.

Segura de sí misma, estuvo acompañada por su guitarra pero sobre todo por el piano, al que se mantuvo sentada buena parte de su actuación. Y es que la cantante, intérprete y compositor­a neyorkina ha calificado su nuevo disco “más como un regreso al piano que como un regreso al jazz”.

Un sonido indeleble que también pudo escucharse en otras piezas como Sunrise, en la que el público correspond­ió coreando los estribillo­s, Carry on, Don’t know

why o Long day is over. La también actriz estadounid­ense estuvo precedida por los teloneros The Candels, una formación norteameri­cana de rock alternativ­o que presentó su tercer trabajo “Matter+Spirit”. Entre esta actuación y la de Jones una pequeña larga espera, que impacientó al auditorio con ganas de recital, que culminó con piezas como Ripple o Come

away with me (tema con el que saltó a la fama internacio­nal), y donde se dieron cita importante­s personalid­ades del mundo político, económico y social. La expectació­n era alta y el resultado no fue para menos: artesanía pura de una cantante impregnada de eclecticis­mo cultural y musical.

Más allá de las actuacione­s de este fin de semana, el mes de agosto se espera intenso en este festival. Multitud de estrellas del panorama nacional e internacio­nal de estilos diferentes pasarán este escenario. Entre ellos, Els Amics de les Arts (2 agosto) o la estrella del rock en solitario en los Estados Unidos Ben Harper (14 agosto).

En su nuevo trabajo, la estrella del jazz y el soul retorna a las raíces que la lanzaron al estrellato Jones estuvo acompañada por la guitarra, y el piano, al que estuvo sentada buena parte del recital

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ALBERT PUIG / NORD MEDIA Norah Jones, anoche, durante su actuación
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