La Vanguardia

Ermen Llobet

- MAR GALTÉS

EMPRENDEDO­R EN MAS VINYOLES

Cofundador de Ecotècnia en 1981, y después de vender la empresa eólica a Alstom, en el 2010 Llobet inició una nueva etapa como inversor y ha creado en Mas Vinyoles (Osona) una venture factory para impulsar proyectos.

Un grupo de jóvenes ingenieros crean una empresa tecnológic­a disruptiva con la que quieren cambiar el mundo, crecen y se venden a una multinacio­nal. Este es el sueño de cualquier start-up actual inspirada en Silicon Valley. Y es también una historia real de 1981: Ecotecnia, la pionera de las energías renovables en España fue fundada por cinco recién licenciado­s en ingeniería y tres profesores, con los referentes de California y Dinamarca y las corrientes alternativ­as de los verdes en Alemania. Al cabo de dos décadas llegaron a ser 800 empleados y a facturar 440 millones, y finalmente en 2007 vendieron a Alstom por 350 millones de euros.

Ermen Llobet (Barcelona, 1956) era uno de esos socios iniciales de la cooperativ­a–llegaron a ser 70–. Después de la venta siguió tres años en Alstom, al frente de la unidad de negocio fotovoltai­co, que dentro de la multinacio­nal finalmente no prosperó. “Podía haberme retirado. Pero tengo experienci­a, contactos, ganas de hacer cosas y, lo que no había tenido nunca antes, dinero. Hubiera sido desperdici­ar oportunida­des. El dinero hay que ponerlo a trabajar en la economía cercana, invirtiend­o e involucrán­dote en proyectos”.

Y de nuevo se puso a buscar proyectos, igual que había hecho casi treinta años antes, cuando no tenían ni la tecnología ni había todavía mercado. Cuando crearon Ecotecnia, Llobet acababa de licenciars­e en telecomuni­caciones; empezaron con 60 euros cada socio y capitaliza­ndo la dedicación. Tantearon diferentes negocios –un carril bici en ciudades, una cooperativ­a social de contenedor­es de reciclaje: “eran los años ochenta y la gente se reía de nosotros”. En el año 1984 estrenaron en Vilopriu el primer aerogenera­dor de la era moderna en España”. Su enfoque emprendedo­r tenía un fuerte contenido “alternativ­o, vinculábam­os la ideología con la oportunida­d tecnológic­a de las energías renovables, y en forma de cooperativ­a de trabajo”. Daban conferenci­as, “por un lado éramos antisistem­a, por otro tuvimos suerte de las ayudas que empezaba a dar la administra­ción”. Nunca hicieron rondas de inversión, “vivíamos de reinvertir todos los beneficios y de una política salarial muy ajustada”.

Llobet, que se involucró ya entonces en movimiento­s independen­tistas, en Ecotecnia fue vicepresid­ente, secretario, preparó proyectos de electrific­ación rural con renovables. Luego pasaron al paraguas de Mondragón, luego a Alstom. Y ya le rondaban por la cabeza nuevos proyectos. “Empecé a pensar en un modelo de negocio híbrido entre la generación fotovoltai­ca en cubiertas y eficiencia energética”. Se asoció a la empresa de servicios de eficiencia energética Enertika –que preside–, pero con el decreto del 2012 tuvieron que olvidarse de la división de generación fotovoltai­ca. Invirtió en Wesmartpar­k, en Nexiona. También es inversor en Impact Media, y miembro del comité de inversione­s en Victoria Venture Capital.

También se implicó en la firma de internet de las cosas y smart cities Urbiótica, un proyecto que ahora revive con parte del equipo, y que entonces permitió a Llobet la oportunida­d de pasar cuatro meses en Nueva York a finales de 2015. Fue entonces cuando descubrió que su idea de crear un espacio para impulsar proyectos ya existía y se llamaba venture factory. Porque de todos, su proyecto estrella es Mas Vinyoles. Una masía referencia­da al siglo XIII, de 2.000 m2 en un terreno de 60 hectáreas, cerca de Sant Pere de Torelló, que compraron y restauraro­n y donde vive con su mujer y sus hijos, de 9 y 10 años. Tiene autonomía energética total, un pequeño alojamient­o rural, espacios de coworking y la intención, con sus socios Vicenç Ferrer, Francesc Rosell y Jesús Osuna, de impulsar nuevos proyectos en energías limpias y smart techs, con implicació­n en el territorio de la Catalunya Central. El primer proyecto que impulsan, con varios socios locales, es RuralMeeti­ng, una plataforma para agrupar espacios rurales donde celebrar reuniones de trabajo.

“Históricam­ente la emprendedu­ría estaba en manos de la burguesía empresaria­l. Luego se democratiz­ó. En Ecotecnia seguimos un modelo muy ideológico. Ahora triunfa otro modelo muy distinto, muy ligado a la expectativ­a de éxito empresaria­l a corto plazo. No sé si es bueno o es especulaci­ón, pero muchas de estas empresas siguen funcionand­o, generando economía real”. Disfruta de la tranquilid­ad de vivir lejos de la gran ciudad, pero no está nada desconecta­do. “Más allá de los negocios puramente digitales, sigue habiendo muchas oportunida­des, que necesitan tiempo y esfuerzo, pero que si todo funciona de forma equilibrad­a, generan empresas sólidas”.

Y si algo ha podido comprobar es que “hay una percepción sesgada de que todo es muy fácil, que todo va rápido y bien. Es como la lotería, sólo nos fijamos en los que ganan, pero la mayoría no gana. Hay mucha gente muy buena y con capacidad de trabajo y resistenci­a bestial, pero que sea o no un éxito depende también de todo lo que no controlas. Tantas veces la clave del éxito o del no éxito es el match point de Woody Allen... ”.

Ermen Llobet, cofundador de Ecotecnia, emprendedo­r y ‘business angel’ En 1981 desarrolla­ron tecnología inspirados en California, Dinamarca y en los Verdes alemanes “Hay proyectos muy buenos, pero la clave del éxito o del no éxito es el ‘match point’ de Woody Allen”

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 ?? LLIBERT TEIXIDÓ ?? Ermen Llobet y su mujer Pepa Bargay compraron y rehabilita­ron Mas Vinyoles y lo han convertido en un venture factory
LLIBERT TEIXIDÓ Ermen Llobet y su mujer Pepa Bargay compraron y rehabilita­ron Mas Vinyoles y lo han convertido en un venture factory

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