El agresor de Hamburgo era un simpapeles en espera de ser deportado
El agresor del supermercado de Hamburgo, que asesinó a un hombre e hirió a otras seis personas el viernes, era un demandante de asilo pendiente de deportación y tenía antecedentes por un pequeño robo en una tienda el pasado abril, hecho por el cual era conocido por la policía.
Torsten Voss, jefe de los servicios de inteligencia en Hamburgo, dijo que el individuo, de 26 años, fue evaluado como alguien con una “personalidad psicológicamente inestable y claras motivaciones islamistas extremistas” pero no podía ser considerado un yihadista ni se creyó que fuera un peligro. Un amigo suyo había informado a las autoridades de que había dejado de beber alcohol y empezado a hablar de religión.
Nacido en los Emiratos Árabes Unidos pero de origen palestino, había llegado a Alemania en marzo del 2015 después de pasar por España, Suecia y Noruega. Aparte de un certificado de nacimiento, no poseía ningún otro documento. Su petición de asilo fue rechazada el año pasado y ahora la misión palestina en Berlín estaba tratando de conseguirle documentación nueva, tras lo cual sería deportado, un proceso con el que parecía estar de acuerdo. En el registro de su habitación en un centro para demandantes de asilo no se hallaron armas ni la policía informó de ningún otro material sospechoso.
Al parecer, el homicida se hizo con un cuchillo de cocina de 20 centímetros en el propio supermercado, apuñaló a un hombre de 50 años e hirió a otras personas en su huida. Una vez en la calle, blandiendo aún el cuchillo, fue visto por tres tunecinos que estaban sentados en un café y que le rodearon, agrediéndole con un par de sillas. Más testigos acudieron enseguida y uno de ellos le asestó una pedrada en la cabeza, derribándolo, mientras sonaban las sirenas de la policía.