Preparados para la EMA
Una ciudad que aspira a ser global tiene que participar en los grandes concursos internacionales por la atracción de sedes importantes de acontecimientos, de empresas o de organismos. Por orgullo de ciudad pero también porque las grandes inversiones sólo tienen en cuenta a los lugares que están en el mapa, los habituales para ubicar grandes centros de decisión. Y no olvidemos que a estos les siguen los trabajos bien remunerados. Barcelona lo ha sabido hacer. Es inevitable referirse a los Juegos Olímpicos. Pero también al Mobile o a la Secretaría de la Unión para el Mediterráneo. O a una multitud de operaciones más sectoriales.
En el ámbito que mejor conozco, el de la investigación, podría mencionar Fusion for Energy, la unidad administrativa de la participación europea en el ITER, o la subsede del European Molecular Biology Lab (EMBL). Y es que estamos muy bien preparados por estas iniciativas.
Podemos ofrecer a los visitantes, incluidos los funcionarios internacionales, cuatro rasgos urbanos que estos saben valorar: un entorno físico agradable, un entorno social abierto y tolerante, infraestructuras de buena calidad y a un precio razonable (incluidas las residenciales, educativas y de salud), y buenas comunicaciones externas. De hecho, una de las ventajas de participar en estos concursos es hacernos conscientes de nuestros activos y de lo mucho que nos conviene cuidarlos para estar al acecho de las oportunidades que se van presentando.
Ahora toca optar a la EMA, la Agencia Europea de Medicamentos. Para mí, el aspecto más notable de la iniciativa que hemos puesto en marcha es comprobar hasta qué punto estamos bien preparados. Nuestros sistemas hospitalario, de investigación y empresarial, desde las farmacéuticas tradicionales a las start-ups, definen un entorno óptimo para la EMA. Y, en la otra dirección, la presencia de la EMA en Barcelona constituiría un refuerzo clave para un sector económico estratégico. Hay mucho tejido y la presencia de una gran organización europea inevitablemente interaccionaría favorablemente con este. de manera más general, sería un paso decisivo hacia el objetivo de estar sólidamente colocados en el mapa.
Si añadimos una candidatura bien trabada, una gran unidad social detrás de ella y un edificio emblemático, se entiende que tendríamos que ganar. Sin embargo, eso dependerá de muchas circunstancias ajenas a los méritos o a la gestión de la candidatura. Como un sistema de designación por votaciones sucesivas y no ponderadas por población, que favorece a la Europa del Este, o con las incertidumbres con respecto al Brexit (que, en mi opinión, no es seguro que suceda).
Tenemos que ir con moral de victoria, pero es importante señalar que haber sido capaces de articular una buena candidatura en un momento en que estamos saliendo de la crisis y políticamente tan complejo, tiene que ser para nosotros motivo de satisfacción.
Es importante haber sido capaces de articular una buena candidatura en un momento como el actual