La actriz que se enfrentó a Batman
Evan Rachel Wood, una justiciera en Hollywood que lucha por el colectivo LGBT
Dar visibilidad a una causa es un concepto que incomoda entre ciertas celebridades, que prefieren quedarse calladas y que nadie pueda discriminarlas por sus ideas. Otros abrazan esta oportunidad con todas sus fuerzas, entendiendo que tienen un altavoz y que pueden defender o representar minorías desfavorecidas. Evan Rachel Wood (29) es de este último grupo. Es actriz, es mujer, es bisexual y no duda en expresar sus inseguridades en público como tampoco le tiembla el pulso a la hora de poner en su sitio a Ben Affleck, el mismísimo Batman, aunque sea por unas declaraciones que hizo en 1997.
La anécdota era la siguiente. El director Kevin Smith asistió al festival LGBT de Los Ángeles para celebrar el 20 aniversario de su película
Persiguiendo a Amy cuando recordó una conversación con Affleck donde dijo que “un hombre besándose con otro hombre es el mayor reto interpretativo que puede tener un actor”. El artista de Argo había tenido que besarse con Jason Lee por exigencias del guion y, después de hacerlo, había afirmado que ya podía considerarse “un actor serio”. Wood no quiso pasar por alto la broma de camerino porque “bromas como esta pueden ser hirientes”. “Intenta que te violen en una escena”, dijo Wood, que le recomendó que madurase.
El comentario de Affleck había tocado un tema muy sensible para
Víctima de violación, el papel en la serie ‘Westworld’ le ha servido como terapia para superar el trauma
Wood, que por otra parte está en un buen momento tanto profesional como personal. En enero anunció que se había prometido con Zach Villa, con el que forma el grupo Rebel and a Basketcase, y está nominada como actriz en los Emmys, por la serie Westworld con Anthony Hopkins. Pero no se olvida de cuando era una muchacha de Carolina del Norte, hija de unos padres progresistas, que se avergonzaba de su bisexualidad por culpa de la falta de visibilidad en los medios de comu-
nicación y los prejuicios sociales... hasta que escuchó una actriz hablando de la misma orientación.
“Por todas esas voces que escuchaba, por la gente con la que me identificaba, las películas que veía, la música que escuchaba, por palabras como ‘bisexual’ y por las puertas que se abrieron, todavía estoy aquí”, explicaba en febrero al recibir un premio de Human Rights Campaign, una asociación que tiene como objetivo defender los derechos de gays, lesbianas, bisexuales y transexuales en Estados Unidos. Esta visibilidad pasa por retar las convenciones de género en las alfombras rojas. En los Globos de Oro, donde también estaba nominada, quiso pasearse con un traje. “No intento protestar contra los vestidos, pero quiero asegurarme que todas las chicas jóvenes y las mujeres sepan que no es un requisito, y que si no quieres llevar un vestido no tienes por qué hacerlo”, dijo desde la alfombra al canal E!.
Puede que no haya cumplido ni los 30 pero ya es una veterana de Hollywood desde que llamó la atención en el 2003 con la controvertida película Trece. Desde entonces no le faltarían ni los papeles (Across the universe,
True blood) ni las menciones en las revistas del corazón. Dejó al mundo sin habla al emparejarse con el cantante Marilyn Manson cuando él tenía 34 años y ella sólo 19 y, después de cuatro años de relación, volvió con su novio de adolescencia, el actor Jamie Bell, el eterno Billy Elliot, con el que tiene su único hijo.
Su papel en Westworld, además, tiene mucho que ver con esta buena etapa. Interpreta un robot con sentimientos cuyo trabajo consiste en ser víctima de los visitantes del parque temático inspirado en el salvaje oeste. Pero los traumas que arrastra el personaje y su toma de conciencia le sirvieron como terapia para sus peores experiencias. “He sido violada. Por un ser querido mientras estábamos juntos. Y en otra ocasión por el propietario de un bar. La primera vez no tenía claro si aquello que hacía la pareja se consideraba violación, hasta que fue demasiado tarde. Además quién me creería. La segunda vez pensé que había sido mi culpa y que tendría que haber luchado más, pero estaba asustada”, confesó en noviembre en Twitter. Lo importante era transmitir que se puede sobrevivir estas tragedias, ya que ella se sintió atraída por la idea del suicidio. Y, como demuestra en su día a día y en Westworld, Wood no es ninguna damisela en apuros sino una mujer cada día más empoderada.