Adiós a la zona de confort
Delicado paso discográfico de una banda que se ha convertido desde su eclosión en una especie de referencia de lo que es el pop-rock del nuevo milenio. Delicado pero de alguna manera ya anunciado en su anterior Reflektor, aparecido hace tres temporadas y en donde el combo canadiense liderado por Win Butler y Régine Chassagne comenzaban a dar señales de querer abandonar su zona de confort. Ahora han dado un sustancioso paso adelante y como ya avanzaron en algunos directos de los últimos meses –como en el Primavera Sound–, la voluntad y el contenido que caracterizan a este Everything now difícilmente deja insensible, ya sean detractores o esperanzados aficionados necesitados de cambio.
Si en el citado Reflektor la banda echó mano del glorioso James Murphy de LCD Soundsystem para agitar el pulso rítmico que les caracterizaba hasta entonces, en esta ocasión la ambición y la búsqueda les han llevado a pedir los servicios de Thomas Bangalter, de Daft Punk, y de Geoff Barrow, de Portishead, para compartir la producción de la obra. El resultado es aconsejable y estupendo en buenas porciones de la misma, pudiendo asistir a una chocante combinación de dispares estilísticas, referencias y texturas con una intensidad inédita: flautas dulces, cuerdas con sabor a spaghetti western, líneas de bajo rebosantes de
groove disco, chocantes armonías vocales son sabor Bee Gees, y en general una apuesta por el funk y la onda disco que conforman un escenario sonoro que hay que recibir con indisimulada satisfacción.