Cuatro encapuchados asaltan un bus turístico
oeLos atacantes pincharon las ruedas y realizaron pintadas contra el turismo ante el espanto de los usuarios oeEl discurso contra el sector, alentado políticamente, provoca nuevos actos vandálicos
“Bajábamos en dirección al Camp Nou, un encapuchado se puso en medio de la vía, el conductor tuvo que frenar y el chico pintó en el cristal delantero del autobús ‘El turisme mata els barris’. Luego salieron otros, también con la cara tapada, y pincharon las ruedas”. Así relataba ayer un pasajero de la ruta azul del Bus Turístic el ataque que sufrieron a media mañana del pasado jueves, en la avenida Joan XXIII, a la altura del tanatorio de Les Corts.
Los viajeros, de distintas nacionalidades, se llevaron un susto con esta acción contra el turismo perpetrada por un grupo de cuatro integrantes. Uno de los asaltantes se dirigió al chófer y le advirtió mostrándole un cuchillo: “Mira, te vamos a pinchar todos los neumáticos”. Y así lo hizo. Mientras tanto, los otros siguieron en el exterior atemorizando a los ocupantes del vehículo. Poco después, el conductor abrió las puertas para desalojar el autobús, en un nuevo episodio de turismofobia que ayer adelantó RAC1.
El bus venía de Pedralbes y se dirigía a la parada del estadio del Futbol Club Barcelona, uno de los destinos estrella de la ciudad.
La del jueves es una más de las agresiones contra el Bus Turístic y otras infraestructuras y hoteles cometidas por colectivos y por ciudadanos anónimos para demostrar su malestar por el impacto de la masificación turística.
El concejal de Empleo, Empresa y Turismo, Agustí Colom, se niega a hablar de turismofobia y afirma que la acción del jueves hay que interpretarla como un acto vandálico detrás del cual no hay ningún grupo organizado. “Es una acción que denunciamos, esperamos un informe sobre los hechos y daños y a partir de ahí pondremos la denuncia pertinente de este suceso lamen- table”. La reacción municipal no llegó hasta ayer, dos días después del altercado y tras la información de RAC1. El segundo teniente de alcalde, el socialista Jaume Collboni, tecleó un tuit: “Condena rotunda ante cualquier acto vandálico; hemos dado indicaciones a TMB para que aclare los hechos y denunciar”.
Colom aseguró que se trata de un suceso aislado, desconectado de otros ataques de características similares. De hecho, en otras ocasiones ya se han pinchado ruedas del Bus Turístic con chinchetas, en el Park Güell; también en algunas paradas encapuchados han pintado los retrovisores de varios autobuses y han escrito frases del estilo tourists go home, y hace unos meses otros desconocidos se dedicaron a sacar de los postes del Bus Turístic repartidos por la montaña de Montjuïc la información de las rutas de estas líneas de TMB. En su lugar se colocaron papeles criticando el impacto del turismo.
Cada día circulan por la ciudad 79 vehículos del Bus Turístic de TMB, que transportan al año a dos millones de personas.
Buena parte de la oposición exigió al gobierno municipal una respuesta contundente. Sònia Recasens, del Grup Demòcrata, pidió a través de las redes sociales que el Ayuntamiento “se persone como parte afectada. 0 tolerancia turismofobia”. Por su parte, el popular Alberto Fernández lamentó que “se proyecte una mala imagen de Barcelona” y subrayó que este sector “es fundamental para la creación de empleo”.
El gobierno de Colau entiende que es un suceso aislado, sin relación con otras agresiones similares