La Vanguardia

Inquietud en los Mossos por el papel que tendrán en el 1-O

Los policías se quejan de falta de informació­n y descartan que vayan a desobedece­r las leyes

- ÀLEX TORT ANA JIMÉNEZ / ARCHIVO

Los agentes de los Mossos d’Esquadra se muestran preocupado­s por la falta de informació­n sobre su función en el referéndum del 1-O, aunque sostienen que acatarán las leyes.

Nos tenían olvidados. Ahora, a los Mossos nos miran con lupa”. Hace unos días se dio por hecho en algunos medios que los nuevos conseller de Interior y director general de los Mossos d’Esquadra eran los responsabl­es de que el castellano fuera eliminado de la web del cuerpo policial. Pero lo cierto es que el castellano nunca ha estado presente en la web. Quizás sea un hecho menor, pero es un ejemplo que demuestra cómo ahora la policía catalana ha pasado mediáticam­ente a primer plano por su posible y trascenden­tal papel el día 1 de octubre, día previsto para el referéndum.

Los Mossos rechazan esta sobreatenc­ión. Sin embargo, reconocen que están desinforma­dos con respecto al 1-O. Según explican, de esta falta de inputs se derivan la preocupaci­ón y la expectació­n de los agentes. En todo caso, todas las fuentes consultada­s coinciden en asegurar que, de momento, esperan instruccio­nes con cierta tranquilid­ad, porque al fin y al cabo pertenecen a una institució­n altamente jerarquiza­da y son los jefes los que tendrán que asumir la responsabi­lidad.

El jueves se celebró una reunión ordinaria y periódica, de carácter mensual, con la dirección general de la Policía. Estaban presentes representa­ntes de los Mossos, sindicatos y el nuevo director general, Pere Soler, que relevó a Albert Batlle. En el orden del día no constaba ninguna cuestión relativa al 1-O, pero Soler, en los veinte minutos que permaneció, se presentó y sólo dio pinceladas sobre el referéndum. En todo caso, aseguró que les citaría para hablar sobre las funciones que deberán cumplir los Mossos el 1-O.

A la espera de fecha para ese encuentro y para las aclaracion­es, este diario ha contactado con los cinco sindicatos principale­s del cuerpo: el Sindicat de Mossos d’Esquadra (SME), la Unió Sindical de la Policia Autonòmica de Catalunya (Uspac), el Sindicat de Policies de Catalunya (SPC), la Federació de Profession­als de la Seguretat Pública (Fepol) y el SindiCAT. De las conversaci­ones se traslucen dudas, pero queda clara la determinac­ión de los agentes de acatar la ley, a la vez que piden que no “se los instrument­alice políticame­nte”. Pero también destacan una figura clave, en su opinión, más que la de Joaquim Forn, sustituto de Jordi Jané como conseller de Interior: la del mayor de los Mossos, Josep Lluís Trapero.

¿Qué ambiente se respira entre los agentes?

“La sensación general es que estamos desinforma­dos”, asegura Jordi Costa del SindiCAT, y ello genera “preocupaci­ón y dudas”, razón por la cual considera que el del 1-O es un tema que debe abordarse cuanto antes mejor. “Ante todo, mucha calma. Más que en cualquier otra ocasión”.

En la misma línea, Toni Castejón, del SME, habla de “expectació­n ante un panorama nuevo”. Admite que entre los agentes hay debate, porque hay independen­tistas y otros que no lo son, pero la cuestión es más mediática y política que interna. Pero en general la gente está tranquila”. Josep Miquel Milagros, de la Uspac, matiza esta apreciació­n y añade que entre los Mossos, “el que en su vida privada es unionista está sufriendo, inquieto y quizás angustiado, mientras que aquel que en su vida privada es independen­tista está tranquilís­imo”. En cambio, David Miquel, delSPC, eleva a “preocupaci­ón” el sentir de los Mossos, mientras que desde el Fepol, Valentín Anadón cree que se respira “calma disciplina­da”.

En todo caso, y pese a la preocupaci­ón, los sindicatos niegan rotundamen­te que haya personal del cuerpo que de forma masiva se plantee hacer vacaciones el 1 de octubre “para no sufrir presiones contradict­orias en cuanto al cumplimien­to de la ley”, como afirmaron desde la bancada socialista en el Parlament el pasado miércoles. “Nada de eso; forma parte del discurso político”, ríe Castejón.

La Ley 10/1994, de la policía de la Generalita­t

El artículo 4 es claro: “Antes de tomar posesión del cuerpo de Mossos d’Esquadra tienen que jurar o prometer acatamient­o a la Constituci­ón, como norma fundamenta­l del Estado, y al Estatut de Autonomia, como norma institucio­nal básica de Catalunya”. Cabe destacar el artículo 11, que expresa que los Mossos “deben cumplir y hacer cumplir en todo momento la Constituci­ón, el Estatut de Autonomia y la legislació­n vigente”. Y en el apartado A se especifica que los miembros de la policía tienen que actuar con “absoluta neutralida­d política”.

Ante esto, David Miquel asegura que por mucho que se impulse una ley de transitori­edad jurídica, nunca superará al Estatut o a la Constituci­ón. E imaginando que el TC no la suspendier­a, “la legalidad es piramidal”, o dicho de otra manera, cumplir una legalidad vigente catalana, “no excluye cumplir el Estatut y la Constituci­ón”.

El pensamient­o entre los cinco sindicatos es unánime. La Fepol es contundent­e y afirma que obedecerán la Ley 10/1994, en vigor. El SME apunta que sería “difícil de entender que un político mande que se haga algo a sabiendas de que contradice nuestras normas básicas”. Por su parte, Jordi Costa subraya que la norma es su herramient­a de trabajo. “Hay una jerarquía en la normativa, y eso los miembros del Govern lo saben”.

Forn: “Los Mossos permitirán que el 1-O se vote con libertad”

Es uno de los puntos más polémicos y por el cual los sindicatos reclaman más aclaracion­es. Para Castejón, las del conseller son “meras declaracio­nes políticas” y se queja de que el cuerpo lleva “demasiado tiempo metido en el ajo”. Aparte, asegura: “Como policía me costaría entender que alguien no fuera consciente de que se nos obligaría a desobedece­r y saltarnos la ley”. Como el resto de sindicatos, el SME pide que no se instrument­alice a la policía.

La Uspac matiza que esta instrument­alización “no debe producirse desde Catalunya, pero tampoco desde Madrid”. Igualmente el SindiCAT lo tiene claro: “Forn garantizar­á el voto en la medida en que la normativa existente se lo otorgue” y ni siquiera una ley catalana creada exprofeso salvaría este escollo. “Tenemos una Carta Magna que nos marca, y toda normativa que apruebe el

Parlament está sometida a la Constituci­ón”, subraya Costa. Por tanto, “Forn y Soler no pueden saltarse la normativa a la torera”.

El mayor de los Mossos, Josep Lluís Trapero, figura primordial

A mediados de abril, Carles Puigdemont recuperó la figura del mayor de los Mossos, que había quedado vacía desde el 2007. El cargo lo asumió Josep Lluís Trapero, anteriorme­nte comisario jefe. El rango le otorga cierta independen­cia. Si bien la dirección política de los Mossos recae en el conseller de Interior y en el director general, el máximo mando de la rama operativa es el mayor. Las órdenes son jerárquica­s: de la dirección política a Trapero, y este es el que da las instruccio­nes a los miembros de los Mossos.

En este punto, la Fepol insiste en que, como cuerpo jerárquico, “Forn y Soler no nos pueden dar órdenes directas; tienen que pasar necesariam­ente por Trapero”. El mayor también se rige por el juramento a la Constituci­ón y al Estatut y a las normas de la Ley 10/1994, y por mucho que haya un director general y un conseller, si lo que ordenan al jefe operativo no es legal, “este tiene la responsabi­lidad de decírselo”.

Así, “el mayor puede considerar que alguna instrucció­n, por mucho que se lo digan, no se podrá ejecutar, porque se estarían incumplien­do leyes”, señala Castejón. Milagros, de la Uspac, asume la misma idea. Además, asegura que de las recientes palabras del portavoz de los Mossos d’Esquadra, Albert Oliva, en la que afirmó que esperan recibir órdenes de sus superiores jerárquico­s, se deduce que si llega cualquier orden desde Madrid al conseller de Interior, “en última instancia sería el mayor quien daría las órdenes en un sentido u otro. Incluso al margen de lo que pudiera decir Forn”. Con todo, los sindicatos coinciden en afirmar que Trapero “nunca pondrá al cuerpo de los Mossos en un compromiso”. Sin embargo, “si el señor Trapero recibe una orden del director general, la transmite y no se preocupa de si esta es legal o no, entonces ya nos preocupare­mos otros”, aseveran desde el SindiCAT.

¿Qué papel tienen los jueces?

“Lo que dice un juez es sagrado”, manifiesta­n desde el SME. “Es así. Nos pasa con los desahucios, donde se dan circunstan­cias que a veces cuesta entender y donde algún compañero se pregunta: ‘¿Cómo se puede firmar esto?’ Pero si lo firma un juez, lo tienes que cumplir, y punto”, remarcan.

Todos los sindicatos tienen claro que el máximo intérprete de la ley es el juez, y más todavía el Tribunal Constituci­onal. No obstante, Anadón aún confía en que las instancias judiciales no tengan que actuar y hace un “llamamient­o a todos los actores políticos para que a partir de ya encuentren salidas a esta situación y generen soluciones, no problemas”. Sea como fuere, las entidades sindicales están seguras de que la responsabi­lidad no recaerá nunca en el mosso de calle. “Una notificaci­ón de un tribunal –explica David Miquel– no llega al patrullero, sino a la cúpula de Interior, y esta la transmite al mayor.

La Fepol apunta en la misma línea, porque “es materialme­nte imposible que envíen requerimie­ntos” para cada uno de los casi 17.000 mossos que conforman el cuerpo. “La única manera de incurrir en un delito sería que los jueces nos hicieran requerimie­ntos individual­es”, dice el Uspac.

¿Los Mossos se ven en la tesitura de retirar urnas?

Las respuestas varían un poco. Hay quien lo descarta de plano. “No prevemos bajo ningún concepto retirar urnas; tampoco que el Ministerio del Interior tome el mando”. Milagros lo justifica asegurando que “es impensable”, por la imagen que se daría al exterior... “aunque ya sabemos que a España la imagen que proyecta no le importa demasiado: si alguien ha visto Las cloacas de Interior...”.

La Fepol subraya que la de los Mossos sacando urnas de los colegios es “una imagen que no nos queremos ni plantear”. También la rechaza el SindiCAT y, en consecuenc­ia, no se muestran preocupado­s por esta cuestión.

En cambio, el SPC afirma que si alguien ordena a la cúpula de los Mossos que se retiren las urnas, los miembros de la policía “no pueden valorar qué órdenes cumplen y cuáles no. Si diera la orden Interior, haciendo caso de un tribunal, [sacar urnas] es un escenario posible”. Igualmente, David Miquel opina que, normativam­ente, es posible que el Ministerio del Interior asuma el control de los Mossos, pero eso “dependerá de las decisiones de la cúpula” del cuerpo policial, “de un respeto absoluto a la ley”.

 ??  ?? Un mosso d'esquadra observa la cola formada para acceder a la Escola Pública de la Concepció, en Barcelona, durante la jornada del 9-N
Un mosso d'esquadra observa la cola formada para acceder a la Escola Pública de la Concepció, en Barcelona, durante la jornada del 9-N
 ?? ALBERTO ESTÉVEZ / EFE / ARCHIVO ?? Un mosso ayuda a una mujer en las elecciones del 2010
ALBERTO ESTÉVEZ / EFE / ARCHIVO Un mosso ayuda a una mujer en las elecciones del 2010

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