Las juventudes de la CUP reivindican el asalto vandálico al bus turístico
Los grupos de la oposición, excepto los cuperos, acusan a Colau de ocultar dos días el ataque y de tibieza a la hora de condenar los hechos
Arran, organización juvenil vinculada a la CUP, reivindicó ayer el asalto de cuatro encapuchados a un bus turístico de Barcelona el jueves pasado. La acción ha provocado la reacción de la oposición municipal, que acusa a la alcaldesa Colau de haber ocultado durante dos días el ataque. Por su parte, el conseller de Empresa, Santi Vila, anunció que el Govern presentará una denuncia.
Los grupos políticos de la oposición piensan que el gobierno de la alcaldesa Ada Colau trató de ocultar el ataque contra un Bus Turístic perpetrado el pasado jueves por la mañana por cuatro encapuchados. Al menos uno de ellos blandió un cuchillo frente a los turistas que en ese momento viajaban en el vehículo por las inmediaciones del Camp Nou. Luego le pincharon los neumáticos del autobús y pintaron en la luna “el turisme mata els barris”. La alcaldesa Colau finalmente se manifestó ayer sobre la cuestión. Al mediodía, tres días y pico después, tecleó un tuit para asegurar que el Ayuntamiento denunciará a los responsables. “Protestar por el turismo no puede pasar nunca por intimidar personas ni dañar equipamientos”. Lo hizo al poco de que Arran, una asociación juvenil vinculada a la CUP, reivindicara con un vídeo la autoría de los hechos.
PDECat, ERC, Ciutadans y PP no comprenden que esta acción no trascendiera hasta el sábado por la mañana, hasta que la emisora de radio RAC1 la dio a conocer. Sospechan que el gobierno de Colau trató de ocultar lo ocurrido. Ahora exigen explicaciones, y que se depuren responsabilidades. La Generalitat también está muy preocupada por lo ocurrido. El conseller de empresa, Santi Vila, también tecleó un tuit. Dijo que encargará a los responsables jurídicos de su departamento que estudien medidas legales contra los responsables. “Tolerancia cero a la turismofobia”, añadió. Pero lo ocurrido el pasado jueves en las inmediaciones del Camp Nou es mucho más que el último episodio de animadversión al visitante ocasional en Barcelona. Que unos encapuchados blandan cuchillos ante un grupo de turistas de excursión puede desencadenar un problema de seguridad muy grave. En estos momentos estamos en un nivel de alarma terrorista cuatro. El tope es cinco. Fuentes del Departament d’Interior destacaron ayer que aún no recibieron ninguna información sobre lo ocurrido por parte del Ayuntamiento, pero que ya se la pidieron a la empresa municipal Transports Metropolitans de Barcelona. Las fuentes subrayaron su preocupación. ¿Qué habría pasado si el ataque se hubiera producido en un lugar mucho más transitado? ¿Cómo habría reaccionado un policía armado con una metralleta si hubiera estado allí? El sábado, al menos de manera oficial, los Mossos d’Esquadra no tenían conocimiento de lo ocurrido.
El concejal de Turismo, Agustí Colom, trató ayer de responder a las críticas y aseguró que no se enteró de lo ocurrido el jueves hasta el viernes al mediodía. “Al momento pedimos más información a TMB y Turisme de Barcelona pero ni uno ni otro tenían todavía el parte del chófer”, aseguró. Ayer Colom confiaba en disponer hoy de esos relevantes detalles. “Las denuncias se tienen que poner especificando todos los hechos. Tenemos que poner también los perjuicios sufridos. No nos podemos precipitar... Y luego el viernes por la tarde hablé con RAC1, y también comunicamos los hechos a la Guardia Urbana”. Colom aseguró el sábado que el Ayuntamiento denunciaría los hechos.
Sònia Recasens, portavoz del grupo Demòcrata, exigió ayer a Colau que delegue en otro concejal sus competencias en materia de seguridad, que explique por qué el Ayuntamiento aún no denunció los hechos, que investigue cómo se ocultó la información... “Al gobierno mu-
Todo sigue igual. Los turistas continúan visitando el
lugar donde
miembros de Arran grabaron en vídeo su ataque a
un Bus Turístic
PRIMERA DECLARACIÓN La alcaldesa finalmente tuiteó ayer que el Ayuntamiento denunciará los hechos
PRECEDENTE INQUIETANTE Al Govern le preocupa la aparición de encapuchados con cuchillos
nicipal se le ha ido de las manos la gestión del turismo –agregó Recasens–. Ocultando actos vandálicos los acabas justificando. Este gobierno, con su actitud y sus declaraciones, ha alimentado un discurso contra un sector clave de la ciudad. El silencio les hace cómplices”, concluye en referencia a la alcaldesa y su socio socialista Jaume Collboni, quien también recurrió al Twitter para condenar los hechos. Por su parte, el republicano Alfred Bosch, anunció que hoy planteará de manera oficial una serie de preguntas al gobierno municipal: “¿Cuándo lo supo? ¿por qué no informó? ¿identificaron a los responsables? ¿actuó algún agente o empleado municipal? ¿ha habido otro incidente antiturístico del que no se haya informado? Además, ERC pedirá la comparecencia del concejal Colom. Carina Mejías, de Ciutadans, anuncia que también pedirán la comparecencia de Colom. “¿Por qué no informaron a los Mossos inmediatamente? Todo es muy extraño. Ahora tienen que afrontar las consecuencias de haber alentado determinado discurso”. En los mismos términos se expresa el popular Alberto Fernández, y además se inventa uno nuevo. “Todo esto es muy preocupante. En Barcelona estamos pasando de la turismofobia a la turismoborroka”.
Los últimos acontecimientos también están agravando el divorcio existente entre el Consistorio y muchos empresarios. Gabriel Jené, de Barcelona Oberta, entidad que agrupa los principales ejes comerciales de la ciudad, echa de menos una condena de los hechos del gobierno municipal mucho más contundente. “Fomentar determinados discursos tiene consecuencias. Quizás algún día lamentemos algo más grave. El Ayuntamiento está legitimando colectivos interesados en dinamitar el turismo a cualquier precio”. “Incluso hay carteles promocionales de las fiestas de Sants que dicen que el turismo mata a los barrios –agrega Luis Sans, de Amics del Passeig de Gràcia–. La tibieza del Ayuntamiento ante la turismofobia lo hace responsable de lo ocurrido”. “En estos momentos, en Barcelona –tercia Fermín Villar, de Amics de la Rambla–, la legalidad es vigilada al máximo y la ilegalidad vive en el ancho campo de la facilidad. Todo esto era previsible”.
Algunos empresarios piensan que lo ocurrido es en parte fruto del discurso municipal