Díaz se enroca ante la idea plurinacional de Sánchez
Tensa clausura del congreso de los socialistas andaluces en Sevilla La presidenta avisa: “Pedro, no me hagas elegir entre el PSOE y Andalucía”
Pedro Sánchez le pidió “sumar para ser imparables”, pero Susana Díaz sólo ofrece una lealtad con límites, siempre y cuando “no me hagas elegir entre mis dos lealtades, al PSOE y a Andalucía”. El secretario general socialista tragó saliva y aguantó ayer a pie firme su intervención de clausura en un congreso andaluz que poco antes de su llegada había elegido, con el 91% de los votos, una ejecutiva regional en la que no hay presencia de ningún sanchista. Ojo por ojo, ayer no hubo reconciliación, más bien una tensa guerra fría que durará hasta las próximas elecciones.
Si alguien esperaba que el reencuentro de Sánchez y Díaz, que no se habían visto cara a cara desde la elección del primero como secretario general, sirviera para firmar la paz se quedó con las ganas. Por encima de los aplausos de cortesía, los tibios apretones de manos y los besos poco sinceros, la tensión dominó el ambiente en el escenario de la isla de la Cartuja sevillana. Sánchez tuvo que observar cómo los miembros de la nueva ejecutiva, llamados uno a uno entre grandes ovaciones, se fundían en apretados abrazos con Susana Díaz, Mario Jiménez o José Rodríguez de la Borbolla, mientras a él le dispensaban poco más que indiferencia.
El problema de la vertebración territorial de España fue el tema estrella en los discursos de ambos. Para la presidenta andaluza, “cuando alguien pretende que las singularidades y la diversidad tienen que imponerse a otro que piensa de distinta manera, eso daña la convivencia; y si lo quiere usar para que se imponga la desigualdad, hace un daño tremendo a la democracia”, en referencia al desafío soberanista catalán. Y ante quienes quieren romper España o sumirla en la desigualdad, “no me va a faltar valentía, ni me van a temblar las piernas en defensa de Andalucía”.
Sánchez no citó el término plurinacional, que se ha convertido en la gran bestia negra del socialismo andaluz de Díaz, pero sí aludió a España como “nación de naciones”, una idea que dijo compartir con Gregorio Peces Barba, Jordi Solé Tura, Miquel Roca, Felipe González o Carme Chacón, entre otros referentes políticos, socialistas o no. Lo mismo que defendieron socialistas andaluces históricos y la Fundación Alfonso Perales, en alusión al documento de Carmona que dio pie a la declaración de Granada del 2013. “Hay que actuar antes del 1 de octubre, encontrar una solución para Catalunya. Fuera de la ley no hay nada, en eso coincidimos con Rajoy, pero se necesita actuar políticamente”, señaló Pedro Sánchez.
La intervención de Díaz tras su reelección volvió a transmitir los mismos parámetros desafiantes que el día anterior, por si Sánchez no se había enterado. Por una parte, reivindicación del pasado del socialismo andaluz, la federación socialista más poderosa, como núcleo fundamental de los políticos que llevaron al país de la dictadura a la democracia, al tiempo que impulsaban el desarrollo económico y ponían a un país históricamente atrasado a la altura del resto de Europa. Por otra, la defensa de la igualdad, que es “nuestro mayor legado y herencia”. “Las personas están por delante de los territorios”, reiteró Díaz a Sánchez. “Si lo hacemos así, los ciudadanos volverán a darnos su confianza”, concluyó la presidenta andaluza.
Sánchez quiso ser conciliador, pese a la lealtad con condiciones que le había ofrecido Díaz. Citó en varias ocasiones “a mi secretaria general y mi presidenta de la Junta de Andalucía”. “Susana y yo hablamos el mismo idioma, la igualdad y la fraternidad, que es el lenguaje del PSOE”, dijo. A partir de ahí, exigió a Díaz que trabaje por la unidad del partido “desde aquí”, porque “la derecha política, la financiera y la mediática quieren un PSOE desunido, pero si estamos unidos somos imparables”.
UNA SOLUCIÓN PARA CATALUNYA Sánchez reitera que la idea de España “nación de naciones” es de Roca, González y Chacón LA PRESIDENTA, IRREDUCTIBLE Díaz avisa que no le van a “temblar las piernas frente a los que quieren romper España”