La Vanguardia

Constança Urbano

MINISTRA DE INTERIOR PORTUGUESA

- ANXO LUGILDE

Una investigac­ión sobre la gestión del terrible incendio de Pedrógrão el pasado junio revela errores como el desvío del tráfico, por la Guardia Nacional, hacia una carretera en la que la mayoría de víctimas acabaron pereciendo.

El puente del Corpus Christi, que en Portugal es festivo, brindó a la pareja de jubilados formada por el ingeniero Fausto Lopes da Costa, de 73 años, y la profesora Lucília Simões, de 70, la ocasión para organizar una reunión familiar en su casa de la aldea de Várzeas, con hijos, nueras y nietos producto de anteriores matrimonio­s. En el atardecer del sábado 17 de junio, el del inicio del incendio de Pedrógão Grande, ya habían puesto la mesa cuando, al ver aproximars­e las llamas, decidieron huir en tres coches. Todos murieron, incluidos los tres niños de entre 4 y 6 años. La casa quedó intacta, con los nueve platos como testimonio de una última cena que nunca se celebró. El caso de la familia Lopes da Costa-Simões constituye el más lacerante ejemplo de las huidas fatales que agrandaron la tragedia.

Tras una agria polémica con los dos partidos de la oposición conservado­ra, PSD y CDS, que blandiendo informacio­nes de prensa acusaban al Gobierno del socialista António Costa de ocultar el número real de fallecidos, la fiscalía divulgó el martes los nombres de las 64 víctimas confirmada­s, junto los de otros dos fallecidos sobre los que está en discusión si perecieron por causa del fuego. La lista añade veracidad a las historias personales ya publicadas por la prensa lusa y facilita la comprensió­n del más mortífero incendio forestal ibérico del que hay rastro estadístic­o, en el que 47 de los 64 decesos se produjeron en la nacional 236-1.

Los datos disponible­s indican que la gran mayoría de los vehículos que ardieron en la llamada carretera de la muerte estaban ocupados por personas que trataban de escapar del fuego, desde las casas o también desde una playa fluvial. Cuando cesó el fuego apareciero­n viviendas ardidas, pero también otras intactas pese a que sus moradores huyeron.

El profesor de la Universida­d de Coimbra y coordinado­r del estudio sobre el incendio encargado por el Gobierno, Xavier Viegas, contestó afirmativa­mente el pasado viernes a la pregunta de la emisora de radio TSF sobre si la mayoría de las víctimas de la carretera se habrían salvado si no se hubiesen movido. “No se puede decir como principio absoluto, pero sí como regla que las personas que hubiesen permanecid­o en sus casas tendrían claramente mayores probabilid­ades de superviven­cia”, declaró Viegas.

El hecho de que la Guardia Nacional Republican­a no sólo no cortase la nacional 236-1 sino que desviase hacia ella parte del tráfico de la vía rápida cercana centra desde el principio la polémica política, junto a los repetidos fallos del privatizad­o sistema de comunicaci­ones de los servicios de emergencia. El debate subió de tono a principios de la semana pasada, después de que el Expresso publicase que había más víctimas de las 64 que reconocía el Gobierno y que el diario I difundiese una lista elaborada por una empresaria con 73 nombres confirmado­s según ella, mientras hablaba de más de 80 fallecidos. Rebrotaban así especulaci­ones de que podría haber 100 muertos.

Varios alcaldes de la zona pidieron que se hiciese público el listado oficial, sobre el que pesaba el secreto judicial. Y el PSD de Passos Coelho dio un ultimátum de 24 horas al Gobierno para divulgarlo. Cuando la fiscalía difundió la relación se comprobó que en la otra había nombres repetidos. El PSD retiró sus iniciativa­s parlamenta­rias sobre esta cuestión. Este episodio se suma así al de los falsos suicidios por el incendio que denunció el jefe de la oposición, Passos Coelho, que después tuvo que disculpars­e.

Este contexto y la positiva co- yuntura macroeconó­mica explican que en los dos sondeos mensuales que se publican en Portugal el Partido Socialista (PS) siguiese subiendo tras el incendio, aunque se erosione la figura de António Costa, pero es mayor el desgaste del PSD y de Passos.

Aunque la bajada de las temperatur­as hiciese mejorar la situación este fin de semana, el 2017 está siendo un año terrible en el bosque portugués. Hasta el 25 de julio habían ardido ya 106.897 hectáreas, lo que, según el Público de Lisboa, supera la media total anual del período 2008-2016.

Los sucesivos patinazos de la derecha y la buena situación económica explican que el PS siga subiendo en los sondeos Las más de 100.000 hectáreas ardidas en lo que va del 2017 superan la media anual de los últimos nueve ejercicios

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 ?? PATRICIA DE MELO MOREIRA / AFP ?? Los fuegos, como este de Vila Velha de Rodao el pasado jueves, no dan tregua a los bomberos
PATRICIA DE MELO MOREIRA / AFP Los fuegos, como este de Vila Velha de Rodao el pasado jueves, no dan tregua a los bomberos

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