La policía australiana frustra un atentado contra un avión de pasajeros
La policía australiana ha logrado frustrar un complot para atentar contra un avión comercial, quizás en pleno vuelo, utilizando explosivos de fabricación casera. Cuatro individuos fueron detenidos el sábado durante varias redadas en cinco barrios de Sidney. La búsqueda de posibles cómplices seguirá en los próximos días.
“Creemos que se trata de terrorismo islamista”, dijo en rueda de prensa el comisario federal Andrew Colvin, añadiendo que “tenemos que investigar qué hay exactamente detrás de todo esto y de momento no tenemos mucha información sobre el atentado, el lugar, la fecha...; no obstante, estemos investigando informaciones según las cuales la industria aeronáutica sería un objetivo potencial”.
El comisario afirmó que en fechas recientes la policía obtuvo información sobre ciertos planes para cometer un atentado con explosivos. El diario The Australian señala que la fuentes fueron servicios de inteligencia extranjeros.
En uno de los domicilios registrados en Sidney, en el que irrumpieron 40 policías, se halló un artefacto, pero Colvin no especificó si se trataba de una bomba ya terminada. Se cree que los sospechosos la estaban fabricando con ayuda desde el exterior.
Según un experto en seguridad consultado por Ap, Greg Barton, podría tratarse de un explosivo del mismo tipo que el utilizado por el terrorista del Manchester Arena el pasado junio –matando a 22 personas– y que sería indetectable en un aeropuerto. Eso les permitiría introducirlo en un avión, en muy poca cantidad y preferentemente en un equipaje de mano, de manera que quedara colocado lo más cerca posible del fuselaje del avión. Introducido en una maleta facturada, esta podría acabar rodeada de muchas otras en la bodega del avión y el efecto explosivo sería mucho menor. Otra versión apunta a que se trataba se sustancias capaces de emitir gas venenoso. En todo caso, según ambas hipótesis, se trataría de un atentado suicida.
De momento no se han formulado cargos contra los cuatro detenidos, dijo el comisario Colvin, quien afirmó que ninguno de ellos trabajaba en un aeropuerto.
The Australian adelantó que se trata de cuatro individuos de origen libanés, dos padres y dos hijos con vínculos familiares entre ellos, lo que indica que en algún caso se trata de cuñados.
Las medidas de seguridad fueron incrementadas en todos los aeropuertos de Australia desde la misma noche del sábado, provocando obviamente retrasos. Sin embargo, el grado de alerta antiterrorista en el país se mantiene en la categoría de atentado “probable”.
Es la primera vez que una alerta de este tipo se produce en Australia, donde las fuerzas de seguridad permanecen vigilantes ante el hipotético regreso de individuos que viajaron a Siria para unirse al Estado Islámico, alentados por un propagandista local hoy huido del país. En total fueron un centenar, pero posiblemente muchos de ellos han muerto (algunos en atentados suicidas). Desde el 2014 se han producido en el país cinco atentados de lobos solitarios, como el que se atrincheró en un café de Sidney y mató a dos personas.
Según datos del Ministerio de Justicia, la policía ha frustrado hasta trece intentos de atentado desde que aumentara el nivel de alerta en el 2014 y 70 sospechosos han sido detenidos en 31 operaciones policiales.
Los cuatro detenidos pertenecen a una familia de origen libanés y preparaban un artefacto casero