Aeropuerto con problemas
EN plena temporada alta del que puede ser el mejor año turístico de Catalunya, el aeropuerto de Barcelona –la principal puerta de entrada y salida de turistas, que en estos días registra la operativa más intensa de vuelos– no puede ni debe fallar en su atención al público. Las autoridades, la dirección del aeropuerto, que depende de Aena, y el conjunto de empresas y trabajadores que prestan sus servicios a los usuarios deberían hacer lo imposible para resolver los conflictos pendientes y asegurar que todo funcione a la perfección. Las largas colas sufridas por los pasajeros la semana pasada, que obligaron a quedarse en tierra a centenares de pasajeros, no deberían repetirse.
El último conflicto, después de la insuficiencia de policía en los controles de pasaportes, ha sido la huelga de celo de los trabajadores de los filtros de seguridad, que está acompañada también de la huelga de los empleados de la empresa Adelte, encargada de gestionar los carritos para equipajes.
Afortunadamente, la huelga de celo de los trabajadores de Eulen –la empresa que tiene asignada la concesión de los filtros de seguridad– ya no es seguida estrictamente por todos los trabajadores, al tiempo que se ha reforzado el servicio con un mayor número de empleados, en concreto unos veinte. No obstante, eso no ha sido suficiente, puesto que este fin de semana se han repetido las colas. Empresa y trabajadores están obligados a encontrar una solución inmediata en las negociaciones que llevan a cabo con la mediación de la Conselleria de Treball, para evitar la huelga indefinida anunciada para todos los viernes, domingos y lunes a partir del 4 de agosto.
Eventualmente, se podría establecer una tregua en las huelgas hasta que se logre un acuerdo, dado lo problemático de las actuales fechas, en beneficio del conjunto de ciudadanos que se disponen a disfrutar de sus vacaciones después de un año de trabajo.
La Generalitat, aunque con mucho retraso, hizo bien el viernes en enviar un equipo de inspectores al aeropuerto para examinar su funcionamiento, al tiempo que ha hecho llegar a Aena un requerimiento exigiéndole que tome medidas para garantizar la correcta atención a los pasajeros que estos días utilizarán masivamente sus instalaciones. A juicio de la Generalitat, en último extremo, es Aena la responsable del control de los filtros de seguridad aunque lo tenga subcontratado a Eulen. Lo mismo sucede con el servicio de los carritos para equipajes.
La seguridad, en cualquier caso, es prioritaria. Pero también lo es la eficiencia del servicio para que no se produzcan las largas colas de estos pasados días que tanto han incomodado a los usuarios.