El monasterio de la Murtra, bajo presión
Alarma ciudadana ante el intento de venta del complejo gótico de Sant Jeroni, a través de una inmobiliaria, por seis millones de euros
Son movimientos especulativos cíclicos, dicen los expertos, pero no es la primera vez que la situación privilegiada del monasterio gótico de Sant Jeroni de la Murta en Badalona se ve comprometida por el interés de los inversores. Poco antes de las Olimpiadas de Barcelona, un grupo empresarial japonés se interesaba en los terrenos para construir un campo de golf y un hotel de lujo. Veintiséis años después los viejos activistas que lograron paralizar el proyecto y sus sucesores, vuelven a elevar la voz de alarma.
Hace pocos días aparecía un sorprendente anuncio en las redes sociales inmobiliarias que ofrecía, según algunas fuentes próximas, por poco más de seis millones de euros, los 30.000 m2 que pueden ser objeto de promoción urbanística en el entorno monástico de la Vall de Betlem. De nuevo, alguno de la veintena de herederos de Francisca Güell, cada vez más numerosos por la dispersión genealógica, circunstancia que a su vez dificulta la interlocución oficial, da un paso adelante para obtener algún rédito económico de un patrimonio declarado bien cultural de interés nacional (BCIN). Un tercio de la propiedad, la zona agrícola y el actual espacio de viñedos, es propiedad de la Fundación Climent Mur, que también gestiona la actividad y no ha mostrado interés en la venta.
Son precisamente los elementos más valiosos del patrimonio de Sant Jeroni de la Murtra, como el claustro gótico, la torre de defensa o la capilla, los menos apetecibles para los supuestos inversores. Precisamente aquellos elementos que el Consistorio badalonés insiste en mantener bajo la máxima protección posible. Prueba de ello es el acuerdo unánime, previa moción plenaria del grupo municipal del Partido Popular (PP), para que el municipio se hiciese con la propiedad del complejo monacal, que se transformó en una declaración institucional.
Sant Jeroni de la Murtra, aparte del desarrollo cultural propio de un elemento artístico único, también puede originar cierta actividad económica con la hospedería y las casas de veraneo, actualmente en muy mal estado de conservación. Su entorno permitir los usos hoteleros, tales como una casa rural o un hotel singular pequeño, de no más de 10 habitaciones.
Por el momento el gobierno no se plantea una reforma urbanística radical, como hizo Sant Fruitós de Bages con el Món Sant Benet, sino más bien una acción menos agresiva de restauración progresiva, como sucede en el monasterio de Sant Pere de Rodes. “No nos planteamos un Parador Nacional”, asegura Oriol Lladó, concejal de Urbanismo .
“El monasterio tiene un valor incalculable y lleva implícitas unas cargas que dificultan el negocio” apunta Lladó. Al tratarse del patrimonio más importante de la ciudad, para el Consistorio es necesario que se someta a una regulación. “Antes de cualquier acción es preciso redactar un plan director”, un documento que realizaría un diagnóstico detallado del estado del recinto, pero que también aportaría líneas de actuación para la restauración de los elementos más deteriorados, los usos y la gestión del monumento. Un documento clave, cuya redacción asumiría la Diputación. El
El gobierno de Badalona quiere impedir la especulación con un plan director urbanístico
gobierno municipal es contundente: “No tramitaremos ninguna modificación sobre el planeamiento urbanístico”, sentencia el regidor, consciente de que el espacio “debe tener una perspectiva pública”, lo que propicia que Badalona no descarte adquirir la joya arquitectónica. Superado el periodo vacacional, el gobierno municipal de Badalona fijará sus prioridades en negociar con las administraciones supramunicipales y los interlocutores de la propiedad la elaboración del plan director. Pero ante la alarma social creada, Orioll Lladó avanza con contundencia que “no hay riesgo” de perder Sant Jeroni de la Murtra y recuerda que “el Ayuntamiento tiene la última palabra”.