La Vanguardia

“‘Los soprano’ me animó a ejercer mi oficio en televisión”

Robert Patrick, protagonis­ta de la serie ‘Scorpion’

- FRANCESC PUIG

La carrera de Robert Patrick irá siempre unida al personaje de T-1000, el cyborg que cambiaba de forma y que se enfrentaba a Arnold Swarzenegg­er en Terminator 2: el

juicio final (1991). Desde entonces el actor ha combinado cine y televisión. Películas como Cop Land, Spy kids o

The faculty, y series como Expediente X (en las dos últimas temporadas interpretó al agente John Dogget) y

Los Soprano (era David Scatino, un amigo de la infancia de Tony). Desde hace tres años forma parte del reparto de Scorpion, donde interpreta a Cabe Gallo, un agente del gobierno que supervisa el trabajo del protagonis­ta Walter O’Brien, un genio informátic­o que hace frente a amenazas tecnológic­as de alto riesgo. La serie puede verse en España en Fox Life, que estrenará la cuarta temporada en otoño, y en Paramount Channel.

Scorpion está basada en la vida real de Walter O’Brien. ¿Ha tenido la oportunida­d de conocerle?

Si, le conocí mientras rodamos el piloto y me pareció un hombre fascinante. Es verdad que la serie se basa al principio en su vida y en el grupo de gente que le rodeaba pero luego se acelera porque tampoco se trata de una autobiogra­fía. La mayoría de las situacione­s que vivimos son hipotética­s. La serie ya no se basa ahora sólo en su vida, sino que ha tomado vida propia, aunque se le sigue consultand­o cómo actuaría él en determinad­as situacione­s.

La relación de su personaje con Walter es casi de padre e hijo y es uno de los pilares de la serie.

Así es. Walter no era muy bien comprendid­o por su propio padre y Cabe representa alguien que le reconoce su brillantez y que le ayudará a desarrolla­r ese cerebro que tiene utilizándo­le para el beneficio de la humanidad y protegiénd­ole como activo gubernamen­tal. Es un personaje noble e íntegro y con predisposi­ción hacia la tolerancia y la aceptación de personas distintas a él. Me encanta encarnar a un personaje que tiene más de ideal que de real.

En esta época de recuperaci­ones nostálgica­s, ¿le gustaría volver a los universos de Terminator, Expediente X o Los Soprano?

Si me llaman, iría encantado. Es muy gratifican­te poder decir que uno ha estado involucrad­o en un filme que se puede considerar un clásico como

Terminator. Y lo mismo digo de Expediente X y Los Soprano. Me siento afortunado de haber estado en proyectos de tanto impacto, aunque haya sido con papeles pequeños. Y de haber podido hacer cine y televisión, la cual está evoluciona­ndo a un nivel muy alto, hasta tal punto que es más profundo que el cine.

¿El personaje de T-1000 ha marcado la evolución de su carrera?

Antes de Terminator ya había hecho algunas películas de serie B y estaba teniendo dificultad­es para entrar en el mundo del cine. Me ofrecieron el papel de T-1000 porque era un desconocid­o, así que nadie tenía una idea preconcebi­da de mí. Luego, el personaje se convirtió en un icono, pero no el actor, que siguió siendo un desconocid­o aunque tuviera la cara de ese icono. Desde entonces he intentado ser lo más diverso posible sabiendo que con cada papel que acepto tengo ese bagaje, lo cual trae consigo cierta intensidad, trabajar duro y hacer cambios físicos como dejarme barba y el pelo largo o ganar peso. He intentado ser un actor de personajes.

¿Cómo ha visto la evolución del cine y la televisión en estos años?

Mi personaje de Terminator se benefició del uso de muchos efectos especiales que empujaron el cine a un nivel superior. Mientras eso ocurría,

Los soprano también empujaba el medio más y más lejos. En esa época me di cuenta de que algunas películas que estaba rodando eran muy malas y me plantee qué más daba trabajar para una cadena de televisión si los guiones que me ofrecían eran mejores que los que me llegaban del cine. Empecé a entender que trabajar para televisión también era una manera viable de ganarme la vida.

¿Se siente orgulloso de haber dado ese paso?

Sí, por supuesto. Algunas de mis mayores frustracio­nes han sido cuando he creído haber hecho una buena interpreta­ción que luego nadie ha visto. Llega un momento en que te preguntas si no te estás engañando a ti mismo. Si la televisión te da la oportunida­d de hacer un buen trabajo y que se vea, ¿por qué no lo estaba viendo como una manera de hacer mi oficio? Trabajar en Los Soprano me confirmó que tenía razón y que algunos proyectos televisivo­s podían ser mucho mejores que algunas produccion­es de cine.

Si usted nota cuando rueda una mala película, ¿también sabe cuando está en una obra maestra?

Sí, lo sientes. Por muchos detalles. Por los guiones, por la gente con la que trabajas... En Los Soprano, por ejemplo, todo el equipo sabía que estaba nadando en una piscina en la que todo funcionaba a la perfección. Y eso también te empuja a uno a exigirse un nivel mucho más alto de trabajo.

PARA UN ACTOR “Es frustrante cuando crees haber hecho una buena interpreta­ción y luego nadie la ve”

 ?? SEBASTIEN NOGIER / EFE ?? El actor norteameri­cano, de 58 años, visitó el pasado mes el festival de televisión de Montecarlo
SEBASTIEN NOGIER / EFE El actor norteameri­cano, de 58 años, visitó el pasado mes el festival de televisión de Montecarlo

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