La sorpresa que llegó desde Odesa
La bielorrusa Svetlana Boginskaia y la estadounidense Kim Zmeskal eran las grandes favoritas en el concurso individual femenino de gimnasia, pero ninguna de ellas estuvo en el podio, lo que representó una sorpresa mayúscula en el Palau Sant Jordi. La gran protagonista femenina en la sexta jornada de los Juegos de Barcelona fue una muchacha de 15 años, Tatiana Gutsu, nacida en Odesa (Ucrania) y cuyo mejor resultado hasta ese momento era el de campeona de Europa conseguido ese mismo año en Nantes. La representante del Equipo Unificado de la CEI superó en 12 milésimas a la estadounidense Shannon Miller y colocó por vez primera en la historia la bandera de Ucrania en lo más alto del podio olímpico, mientras que la tercera plaza fue para la rumana Lavinia Milosovici. Para España también fue un excelente día, con la novena posición de la madrileña Sonia Fraguas, lo que ninguna gimnasta había logrado hasta entonces.
Al mismo tiempo, Bela Karoly, el mítico entrenador estadounidense –de origen rumano fue el descubridor de Nadia Comaneci, la estrella de Montreal’76, y de Mary Lou Retton–, anunciaba que abandonaba la gimnasia después de 30 años por las críticas de algunas deportistas, que se quejaban de la dureza de sus métodos.
Mientras, el atletismo entraba en escena con todas las miradas puestas en los catalanes Valentín Massana y Daniel Plaza, grandes esperanzas en la marcha. Fermín Cacho, quinto en el Mundial del año anterior en Tokio, también estaba en los pronósticos, a pesar de que sus marcas del año no habían sido buenas.
Y en las Picornell, Martín López Zubero no podía repetir en los 100 espalda el oro de los 200 y se conformó con un cuarto puesto.