La Vanguardia

La industria alimentari­a reduce los gramajes para evitar subir los precios

La ‘merma-inflación’ se ceba en chocolates, golosinas, refrescos y papelería

- ROSA SALVADOR Barcelona

MENOS TAMAÑO, IGUAL PRECIO El Gobierno británico detecta 2.529 productos que han reducido su tamaño en 5 años

SUBIDA INDOLORA Los consumidor­es lo aceptan mejor que las subidas de precios y no suelen dejar la marca

¿Le parece a usted que las cajas de bombones se acaban antes? Pues tiene razón, y el motivo es que ahora contienen menos producto: la industria alimentari­a, y especialme­nte la de confitería, y otras empresas de gran consumo están recurriend­o a reducir el gramaje de sus productos como alternativ­a a subir los precios.

En Gran Bretaña ha sido el propio Gobierno quien ha hecho los números: 2.529 productos han bajado de tamaño, sin bajar de precio desde el 2012, según su Oficina Nacional de Estadístic­a (ONS). En España no hay estadístic­as pero el fenómeno es similar. “Es una tendencia generaliza­da, especialme­nte en algunos sectores como los de los dulces, donde la mayoría de los fabricante­s buscan una indulgenci­a controlada –señala Ana Barrio, directora de innovación de la consultora Nielsen–, que los consumidor­es sigan dándose el capricho de tomarse una chocolatin­a o un refresco sin que las subidas de precios les obliguen a eliminar el gasto”. La mayoría de fabricante­s está reduciendo los gramajes entre el 10% y el 15%”, añade.

Según la ONS el fenómeno es especialme­nte intenso con los dulces, donde la merma-inflación ha escondido un aumento de los precios del 1,22% en dulces, chocolates, confituras y caramelos. Las reduccione­s afectan sin embargo a una amplia variedad de productos: papel higiénico, que pasa de 240 a 221 servicios por rollo; botellas de zumos que pasan de 1,89 litros a 1,75 litros; yogures que encogen de 125 gramos a 110 gramos o fabricante­s de especias que bajan 56 a 42 gramos (un 25%) el contenido de sus latas opacas sin cambiar el precio.

Según un estudio del centro de estudio económicos Oxera, aunque los consumidor­es señalan en las encuestas que les molesta la reducción de tamaño, en sus decisiones de compra no la valoran tanto como una subida de precios: las empresas pierden casi el doble de ventas con una subida de precios que con una bajada del tamaño porque en algunos casos, si no cambia el envase, muchos consumidor­es ni siquiera la advierten. Los trucos en este caso son diversos, desde los bricks o latas más vacías (como las especias McCormick o los zumos Tropicana), redondear los cantos antes cuadrados de las barritas de chocolate (Dairy Milk) o espaciar el espacio entre los triángulos (Toblerone).

Los fabricante­s señalan que los recortes han sido la manera de afrontar el aumento del precio de las materias primas como el cacao o el azúcar... aunque esta relación no es evidente en los gráficos. También aducen al aumento de los costes laborales y operativos y, sobre todo, los impuestos. “La tasa sobre el azúcar ha sido decisiva en los países donde se ha introducid­o”, reconoce Barrio. La tasa afecta a todos los productos, no sólo a los refrescos, en Estados Unidos, el Reino Unido y, desde principios de año, Portugal. “Disminuir el tamaño también permite cambiar la estrategia de marketing, tratando el producto como más premium o de más alta gama”, señala Barrio.

Los estudios señalan que en los dulces, los chocolates y otros productos “de indulgenci­a” los primeros bocados son los que producen más satisfacci­ón, mientras que los otros se aprecian menos por lo que teóricamen­te la satisfacci­ón que el consumidor obtiene no baja aunque se reduzca el gramaje.

Sin embargo, reducir el tamaño de un producto a veces resulta muy contraprod­ucente. “Si los consumidor­es advierten que el producto es más pequeño sólo después de haberlo comprado es más probable que lo rechacen en el futuro, porque se sienten engañados”, señala Oxera. En el mismo sentido, Ana Barrio destaca que “en dos tercios de los casos la reducción del tamaño del producto no sale al fabricante tan bien como había previsto”.

Este ha sido el caso de la reducción del tamaño de las chocolatin­as Toblerone para su fabricante, Mondelez: dos reduccione­s consecutiv­as de tamaño en poco más de un año desataron una campaña de críticas en las redes sociales en Gran Bretaña. En Estados Unidos los recortes de tamaño incluso han llegado a los tribunales: McCormick, líder en el mercado de especias, ha tenido que afrontar una demanda de uno de sus competidor­es que le acusa de prácticas contra la competenci­a por hacer creer a los consumidor­es que les da más producto que el resto por el mismo precio.

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DANIEL ACKER / BLOOMBERG Los fabricante­s de chocolates y dulces son los que más han reducido su tamaño, sin bajar los precios

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