El Estado Islámico ataca la embajada de Irak en Kabul tras la pérdida de Mosul
El grupo yihadista Estado Islámico (EI) se ha atribuido el impactante ataque de ayer a la embajada de Irak en Kabul, que se prologó durante cuatro horas, hasta que las fuerzas de seguridad afganas consiguieron abatir a los cuatro terroristas que lo perpetraron. Todos los diplomáticos pudieron huir durante el intercambio de tiros, pero según informó a Efe el portavoz de la policía local, Basir Mujahid, el asalto causó la muerte de dos trabajadores afganos de la legación diplomática y otras tres personas resultaron heridas.
El EI se atribuyó a través de su agencia de comunicación, Amaq, un ataque directo a Bagdad sin precedentes en Afganistán. Se produce sólo tres semanas después de que el ejército de Irak anunciara la recuperación total de Mosul de manos de los yihadistas y de que, el 13 de julio, la embajada en Kabul –que apenas celebra actos públicos– organizase una rueda de prensa con el encargado de asuntos iraquíes “para celebrar la victoria de nuestras fuerzas armadas en Mosul”.
El atentado comenzó a las 11.10 de la mañana hora local, cuando un terrorista suicida se hizo estallar con un cinturón explosivo en la puerta principal y permitió que tres hombres armados con ametralladoras entraran en el edificio y se enfrentasen a los agentes de seguridad. Mientras, el personal de la embajada pudo ser evacuado a una zona “secreta y segura” sin que ningún diplomático fuera alcanzado por los terroristas. El embajador iraquí y su número dos se encontraban en el edificio.
Según el órgano propagandístico de los terroristas, más de siete personas murieron, una cifra mucho más elevada que la proporcionada por las autoridades afganas. La organización suele inflar el número de víctimas que causa en sus comunicados. También señalan que sólo dos terroristas irrumpieron en la embajada, situada en pleno centro financiero de la capital.
El edificio se llenó rápidamente
de humo y llamas por la explosión, pero no fue destruido por el impacto, como sí ha pasado en otros atentados que han asolado la capital afgana en los últimos meses. Es el primero que se produce en la embajada iraquí, pero llega apenas cuatro semanas después de que más de 150 personas murieran por un camión bomba cerca de la embajada alemana, en el mismo barrio de Shar-e-Nau. En esa ocasión, las autoridades afganas atribuyeron el asalto a los talibanes.
“El ataque ha finalizado”, anunció Sayed Basir, un miembro de las fuerzas especiales afganas, más de cuatro horas después del intercambio de tiros. El suceso ocurre en un momento delicado para la facción afgana del grupo terrorista, que en los últimos meses ha perdido a tres emires, entre ellos Abu Sayed. Los últimos ataques aumentan el miedo de que el país se convierta en una trinchera con la misma brutalidad vista en Oriente Medio.