Kagame seguirá gobernando Ruanda tras más de una década en el poder
El pequeño país africano de Ruanda, de 12 millones de habitantes, celebró ayer unas elecciones que ya se han convertido en un asunto rutinario para su presidente, Paul Kagame, quien presumiblemente ganará un tercer mandato después de más de una década en el poder.
Los resultados se esperaban a medianoche, pero antes del cierre de las urnas todos los indicios auguraban una victoria segura para Kagame, que en sus dos anteriores comicios arrasó con más del 90% de los votos. Preside Ruanda desde el 2000, aunque lo lidera de facto desde 1994, cuando derrocó con el Frente Patriótico Ruandés (FPR) al Gobierno hutu que perpetró el genocidio de 800.000 tutsis. Aunque Kagame pertenece a la minoritaria etnia tutsi, es admirado igualmente por los hutus.
La victoria le permitirá mantenerse en el Ejecutivo hasta el 2024, aunque gracias a unos recientes cambios en la Constitución podría permanecer hasta el 2034. A sus 59 años, Kagame es uno de los mandatarios más longevos del continente, pero cuenta con un amplio apoyo dentro y fuera del país por convertir a Ruanda en uno de los estados con un mayor desarrollo económico de África, con un crecimiento anual del 8%. También ha sido aplaudido por su sistema educativo y sanitario y por favorecer los derechos de las mujeres, una rareza en la región. Ellas son mayoría tanto en el Gobierno como en el Parlamento, donde conforman un 64% de los escaños, el mayor porcentaje mundial. Busca convertir a Ruanda en un hub tecnológico y liberarla de basura: ha prohibido las bolsas de plástico.
“No nos falta de nada” con Paul Kagame, dice Nyiraguro, agricultora de 53 años, en la cola de votación. “Es el enviado de Dios sobre la tierra”, asegura la mujer, que no conoce al resto de los candidatos. Sólo dos nombres podrían haber hecho frente a Kagame, Frank Habineza, el líder del único partido de la oposición tolerado; y Philippe Mpayimana, un periodista exiliado durante años que se ha presentado como independiente. Ninguno representa una seria amenaza para Kagame. Una tercera candidata, Diane Rwigara, fue descalificada en julio.
A Kagame se le venera por sacar adelante a un país ensangrentado, pero también se le acusa de reprimir la oposición y la libertad de expresión. Numerosas voces críticas han sido encarceladas o forzadas al exilio, recuerda France Presse. Los observadores aseguran que las candidaturas de Habineza y Mpayimana sólo son una fachada para la comunidad internacional. Para uno de los pocos periodistas abiertamente críticos del país, lo que sucedió ayer “no es una elección, sino una coronación”.