El atentado frustrado en Sydney fue dirigido por el Estado Islámico
Dos hombres intentaron introducir un artefacto explosivo en un vuelo de Etihad Airways con origen en Sydney y destino a Abu Dabi el pasado 15 de julio. Por razones aún no aclaradas, según The Sydney Morning Herald, el equipaje en el que se escondía la bomba casera no fue embarcado pero sí el pasajero que lo llevaba sin su conocimiento. Los dos hombres que planearon el ataque suicida y que fueron detenidos el 29 de julio recibieron instrucciones y el propio material de miembros del autodenominado Estado Islámico (EI). Es uno de los planes terroristas más complejos de la docena a los que se ha enfrentado la policía australiana desde el 2014.
Una vez que el plan inicial no pudo llevarse a cabo, los sospechosos, de 49 y 32 años, respectivamente, intentaron transformarlo en un artilugio que emitiera productos químicos nocivos, siempre siguiendo instrucciones del EI.
La redada en la que cayeron los sospechosos, que pueden ser condenados a cadena perpetua, se desarrolló el sábado pasado en varios barrios de las afueras de Sydney.
Según las autoridades australianas, la bomba casera había sido elaborada en Turquía con explosivos de uso militar y enviada a Australia en un avión de carga. El Estado Islámico –explicó la policía australiana– también proporcionó las instrucciones para construir un segundo artefacto.
El caso de los dos acusados no volverá a los tribunales hasta el próximo 14 de noviembre, después de una breve mención ante un tribunal de Sydney que se produjo ayer, que decretó prisión incondicional. El pasado sábado fueron detenidos otros dos hombres por las fuerzas antiterroristas, que reforzaron las medidas de seguridad en los aeropuertos en cuanto descubrieron que se habría podido provocar una carnicería.
De los otros dos detenidos, un hombre de 50 años fue liberado a principios de esta semana y el otro permanece detenido, aunque no se han presentado cargos contra él.
El subinspector de la policía federal australiana Michael Phelan aclaró ayer que la bomba casera encontrada durante la redada estaba en un avanzado estadio de elaboración, pero no lo suficiente como para ser activada con todo el poder explosivo.
No llegó a pasar el embarque, posiblemente porque el equipaje era demasiado pesado o quizá porque los sospechosos se echaron atrás en el último momento, añadió Phelan. Según The Sydney Morning Herald, uno de los sospechosos había acompañado a su hermano, ajeno a las intenciones terroristas de su familiar, para coger el vuelo de Etihad con destino a Abu Dabi y una bomba en su equipaje. El sospechoso presuntamente se llevó el artefacto explosivo a casa mientras quien pudo ser un kamikaze sin quererlo subía al avión, tal como estaba previsto.