Somos Europa

Los iberoamericanos tienen un refrán: “Dios los cría y el diablo los amontona”. Ya sabemos por larga experiencia que el Gobierno central del PP es un auténtico desastre, envuelto en la corrupción de su partido y de un inmovilismo político que en manera alguna se gana el sueldo que reciben sus miembros. Hacer política es pactar y pactar sin tregua hasta conseguir acuerdos que mejoren la vida de los ciudadanos. Dicho esto, también es necesario decir que el Govern de la Generalitat se ha colocado al mismo nivel de desastre. En otras palabras, ha sido un encuentro entre dos terquedades obsesivas y parece que esta relación morbosa no hay quien la separe. Y mientras tanto, la ciudadanía se halla manipulada con eslóganes patéticos porque, unos a favor y otros en contra, respalden esa pelea de patio de escuela. Es vergonzoso. Esta letanía de la independencia de Catalunya ya hace demasiado tiempo que dura y que nos está costando tiempo y dinero a todos, y lo más grave de ello es que este discurso no tiene la mayoría social, de modo que son tan sólo unos cuantos dirigentes que, por una ambición personal, van contra la mayoría y eso no es democracia. La prueba más clara de todo ello es el rosario de dimisiones de dirigentes de la Generalitat que no quieren participar en ello. Desde fuera y con la opacidad y clandestinidad en la que se están tomando las decisiones, todo ello se asemeja más a una secta que a un gobierno democrático.

Hay que recordar que somos Europa y que tal como está la Unión Europea con el Brexit por un lado, Polonia en una deriva hacia la extrema derecha, y Hungría, sin comentarios, todas las energías de los estados miembros deberían dirigirse a fortalecer la democracia en Europa, dejando de lado las peleas internas. Europa es primero y si desde los gobiernos central y de la Generalitat no están por esa labor prioritariamente, es que son unos ineptos. Los ciudadanos ya estamos hartos de esas peleas narcisistas. Si este simulacro de disputa territorial no se arregla de inmediato, los políticos que lo han organizado de uno y otro lado tienen que irse a su casa a hacer lo que sí sepan hacer bien, que alguna cosa será, supongo. Primero es Europa, nos va la vida a 500 millones de personas.