Londres sólo quiere pagar 40.000 millones de euros para dejar la UE
El Gobierno británico estaría dispuesto a pagar sólo 40.000 millones de euros como parte del trato para abandonar la Unión Europea, según tres fuentes anónimas citadas ayer por el Sunday Telegraph. La cifra supone una sustantiva rebaja frente a la cifra que barajan los negociadores de la Unión Europea, de 60.000 millones de euros.
El rotativo inglés afirma que el Reino Unido pretendería en realidad limitar el pago a 10.000 millones de euros al año durante tres años, es decir, satisfacer un total de 30.000 millones. Una de las fuentes citadas, que supuestamente ocuparía un importante cargo en el Gobierno británico, afirmó al Telegraph que mientras la UE está dispuesta a bajar sus pretensiones hasta los 50.000 millones, el Ejecutivo británico ha impuesto su límite en los 30.000 millones, por lo que el punto de encuentro estaría finalmente en 40.000 millones, “a pesar de que los políticos todavía no quieran reconocerlo”.
Un segundo funcionario del Gobierno de Theresa May citado por el mismo periódico confirmó que el Ejecutivo “ha elevado el límite de la factura de 30.000 a 40.000 millones”. Una tercera fuente insistió en que May estaría dispuesta a pagar más de 30.000 millones. Según el Sunday Telegraph, el pago estaría condicionado a la firma de un nuevo acuerdo comercial entre Gran Bretaña y la Unión Europea.
El Gobierno británico no comentó ayer la información publicada por el Telegraph. Hasta ahora el Ejecutivo británico no había sido claro sobre su posición en torno a la factura de salida. David Davis, ministro del Brexit, dijo en julio que Gran Bretaña cumpliría con sus obligaciones con la UE, aunque se negó a confirmar que habría un pago. Por su parte, Boris Johnson, ministro de Asuntos Exteriores, afirmó que la UE “lo lleva claro” si pretende “extorsionar” al Reino Unido con el pago de una factura abusiva.
El copresidente del grupo pro Brexit Leave Means Leave (marcharse significa marcharse) Richard Tice aseguró que las especulaciones sobre la factura de salida “no ayudan al Brexit”.
El Sunday Telegraph añade que los consejeros de May contemplan una ruptura de las negociaciones como una “posibilidad real”. Algo que el expresidente de la Comisión Europea Romano Prodi calificó de “suicidio” para Gran Bretaña y contraproducente para ambos bandos.
Antes de hablar de acuerdos comerciales, la UE quiere aclarar la situación de los ciudadanos europeos residentes en el Reino Unido, así como el régimen fronterizo entre la República de Irlanda e Irlanda del Norte.