Fútbol con mensaje.
Los jugadores del Barça posaron ayer con los del Chapecoense antes del partido del trofeo Joan Gamper, que los azulgrana ganaron por 5-0. En el encuentro jugó uno de los supervivientes del accidente de avión.
Josep Maria Bartomeu trató ayer de cerrar el asunto Neymar y lo que hizo fue abrir un nuevo episodio al reconocer que el club ya se temía que el brasileño acabase volando. De ahí, aseguró el presidente blaugrana, el incremento de su cláusula de rescisión, que ha acabado reportando a las arcas de la entidad 222 millones de euros, 22 más de los de la cláusula anterior, válida hasta el 30 de junio. Bartomeu se mostró nervioso en algunas partes de su intervención.
“Ya habíamos previsto que Neymar se fuese y ampliamos su cláusula. Fuese cual fuese su decisión el Barça ganaría. Cobrar este dinero es una apuesta de futuro para afrontar con garantías los retos de futuro”, aseguró el dirigente en su primera valoración del caso, que realizó ante el Congrés Internacional de Penyes. Unas declaraciones que llegaron acompañadas de algunos silbidos –minoritarios–, los mismos que Bartomeu tuvo que volver a escuchar al despedirse.
“Neymar ha formado parte de nuestros éxitos, pero él ha querido irse –prosiguió–. Defendemos los intereses del club como él los suyos. Todo tiene un límite y nadie puede estar por encima del Barça. Somos un club con 117 años de historia que ha tenido jugadores extraordinarios, pero no podemos permitírnoslo todo, no somos propiedad de ningún oligarca ni de ningún jeque, sino del socio”.
Bartomeu tampoco dudó en recurrir a Messi como garante del proyecto deportivo y social del Barça y enterró de un plumazo el tridente: “Ya no hablaremos más de tridente, hablaremos de equipo, y de Leo Messi. Su ejemplo de fidelidad debe ser un ejemplo para nuestros jugadores”.
Sobre cómo se produjo la fuga y el papel que acabaron desempeñando el vicepresidente Jordi Mestre y el propio Piqué al asegurar que el brasileño se quedaba en el Barça, el presidente no dudó en hablar de la poca claridad y nula lealtad del ya jugador del PSG. “Hablamos con él, los técnicos, sus compañeros y los directivos, cada uno en la función que nos toca. Y Neymar tomó la decisión que quiso. Las formas no fueron las correctas, las de los valores de nuestros jugadores, porque no fue claro”.
Más allá de las valoraciones, sobre lo que el presidente no aportó mucha luz es sobre el destino de esos 222 millones. Lo que dejó claro es que el club no se los va a gastar íntegramente en refuerzos. También servirán para fortalecer el patrimonio, aunque no especificó cómo. “No os puedo avanzar nada, pero algunos jugadores vendrán. Queremos seguir alargando esta era ganadora. El dinero lo administraremos con sentido común y con frialdad.
El presidente censuró las formas del ya jugador del PSG y apeló a la fidelidad de Messi
El directivo presentó el proyecto del estadio Johan Cruyff, cuyas obras empezarán en un mes
Para mejorar el equipo y nuestro patrimonio”.
Aunque no ofreció detalles, Bartomeu sí dejó entrever el destino de parte de esta importante inyección económica al presentar el futuro estadio Johan Cruyff –vídeo incluido–, que se comenzará a construir el mes que viene en la ciudad deportiva para albergar los partidos del Barça B y el femenino a partir de la temporada 2018-2019. Asimismo, insistió en que el club debe encarar el futuro con la ilusión del Espai Barça, cuya aprobación inicial por parte del Ayuntamiento definió como el inicio de una nueva era.
Bartomeu también quiso acompañar en el escenario del Palau de Congresos de Catalunya a Ernesto Valverde, sus adjuntos y los tres fichajes del primer equipo que el club presentó horas después: Semedo, Marlon, que asciende desde el filial, y Deulofeu, quien en su retorno se encuentra con la oportunidad de ocupar el vacío que deja el brasileño. “Trabajaremos para tratar de corresponder todo el apoyo que nos dais y todo lo que sabemos que nos vais a dar. A ver en qué medida os lo podemos corresponder”, se mostró, muy cauto, el técnico.