Danza en Porta Ferrada
El artista británico actua hoy en el Festival Porta Ferrada
El maratón de festivales veraniegos continúa esta noche con la visita en Sant Feliu de Guíxols del coreógrafo británico Lindsay Kemp, que presenta su último trabajo, Kemp Dances, compuesto por siete piezas que giran en torno al amor.
“Soy un entretenedor que regalo placer al público”. Con estas palabras se autodefine el bailarín, mimo y coreógrafo británico Lindsay Kemp, que a sus 79 años de edad mantiene las mismas ganas, frescura y energía con las que en los años 70 y 80 maravilló a la escena mundial. Podrán comprobarlo hoy los que acudan al Teatre Auditori de Sant Feliu de Guíxols, donde el polifacético artista presentará en el marco del Festival de la Porta Ferrada, su último trabajo, Kemp Dances. Un espectáculo con creaciones nuevas y revisiones de piezas clásicas que giran alrededor del amor, la vida, la muerte la locura, la edad o la resurrección.
El nuevo show, que tiene una duración de unos 90 minutos, lo integran siete números y en cuatro de ellos el carismático actor británico tiene un papel. Es el caso de Fragmentos del diario de
Vaslav Nijinski, con el que evoca la locura mística del legendario bailarín de los Ballets Rusos; Ángel, en la que Kemp dice reinventarse cada noche en el escenario, o el renacimiento y la esperanza o Recuerdo de una Traviata, con la que da inicio el espectáculo y en la que recuerda al personaje de Violetta y a María Callas. Más allá de estos números clásicos, habrá también otros dos nuevos:
Mi vida, creada por el coreógrafo belga Luc Bouy y La Flor, con música de Mozart.
A pesar de mezclar piezas nuevas con clásicas, Kemp explica que en realidad “todo es nuevo” porque en las interpretaciones cuenta cómo “me siento hoy”, sin copiar el pasado. El artista, que a principios de año estuvo de gira con este espectáculo en Andalucía, lo define como “un buqué de flores con muchos perfumes” que tiene el amor como uno de los principales ejes. “Del amor tenemos más necesidad hoy que nunca y yo creo mucho en el poder del amor”, dijo. El actor y coreógrafo, que enseñó a artistas de la talla de David Bowie y Kate Busch a teatralizar sus espectáculos, explica que el motor de esta actuación “es el corazón”. “Al final el público debe sentir que tiene más luz dentro, sentirse más libre; esta es la misión del artista”, señaló.
Transmitir emociones es su máxima. Lo hace a través de su danza atemporal y sin edad, del teatro y del mimo. “Una inmovilidad cargada de emociones vale más que cien gestos mecánicos”, suele decir siempre. El carismático intérprete estará acompañado en el escenario por Daniela Maccari, a quien no dudó ayer en calificar como “mi musa y mi Ginger Rogers”, convertida en su asistente coreográfica, Ivan Ristallo y James Vanzo.
Kemp se mostró ayer gratamente satisfecho por regresar de nuevo Catalunya, lugar del que tiene muy buenos recuerdos. El genio de la pantomima recordó que en 1977 actuó en el Teatro Romea de Barcelona con el espectáculo Flowers. “Fue un momento vital para mi carrera, porque gracias a aquel éxito realicé giras por España, Italia y el resto del mundo”, explicó .
A sus 79 años, el genio de la pantomima aparecerá en 4 de las 7 piezas del espectáculo ‘Kemp Dances’