Frontera caliente
Vigilancia y contundencia policiales se redoblan desde el paso masivo del lunes
Miles de jóvenes acampan en El Tarajal, a las afueras de Ceuta, esperando su oportunidad de saltar la valla fronteriza que les separa de Europa.
La presión migratoria en la frontera de Ceuta se incrementa día a día. Desde que 187 subsaharianos lograran entrar a la carrera el pasado lunes por la frontera de El Tarajal, todas las noches se han producido nuevos intentos de ingreso irregular en la plaza española norteafricana. El último sucedió a las cuatro de la madrugada de ayer viernes, cuando unos 250 inmigrantes intentaron saltar la valla por la zona de Finca Berrocal, sin conseguirlo.
Aunque las cifras varían según La frontera de la plaza norteafricana permanece cerrada al paso de personas y mercancías las fuentes, entre 1.500 y 3.000 jóvenes africanos se encuentran acampados en los montes cercanos a Ceuta, esperando su oportunidad. Las autoridades españolas dan por seguro que los intentos se van a reproducir en las noches venideras y por ello mantienen cerrada la frontera para el paso de mercancías. Todos los efectivos policiales son necesarios para contener los intentos.
Finca Berrocal suele ser la zona escogida por los inmigrantes. Se trata de un ángulo muerto para las cámaras que vigilan el perímetro de vallado fronterizo, de trece kilómetros de largo y seis metros de altura, que rodea la ciudad de Ceuta.
El intento de ayer fue contenido por los agentes marroquíes. Los inmigrantes únicamente pudieron acceder a la valla fronteriza que se encuentra ubicada en territorio alauí, sin que fuera necesaria la intervención de los policías españoles. Los subsaharianos fueron posteriormente introducidos en varios autobuses que los trasladaron a la zona fronteriza con Argelia.
Las situaciones más dramáticas se produjeron en la madrugada del martes, cuando unos 700 jóvenes intentaron saltar la valla. Escarmentadas por lo sucedido el día anterior, las fuerzas de seguridad marroquíes se emplearon con una gran violencia. Sobre el terreno quedaron más de 150 personas con heridas de diversa consideración. Testigos presenciales aseguran que aquello parecía el escenario de una cruenta batalla. Los heridos tuvieron que ser trasladados a los hospitales de Castillejos o Rincón, que necesitaron pedir ayuda a otros centros sanitarios ante la avalancha de heridos.
Fracturas, golpes, cuchilladas, heridas por las concertinas... la zona fue un continuo ir y venir de ambulancias que trasladaban a los más graves. El resto fue concentrado por los marroquíes y embarcado en autobuses, también con destino a la frontera con Argelia, donde suelen ser abandonados a su suerte.
Pero nada de esto parece detener a los inmigrantes, que anoche realizaron dos nuevos intentos de asaltar la frontera del Tarajal, aunque nuevamente la policía marroquí lo impidió. El primer asalto se produjo poco después de las nueve de la noche cuando un grupo de aproximadamente 150 subsaharianos intentaron cruzar a la carrera por el mismo paso fronterizo. Una hora después, otros 200 inmigrantes repitieron el intento. Las fuerzas marroquíes detuvieron a un centenar de estos subsaharianos, provocando que el resto se dispersara por los montes próximos.
Representantes de la Cruz Roja en Ceuta señalan que “esta situación no es nueva para nosotros. Hemos tenido ya muchos momentos de una presión migratoria similar, y a lo largo de muchos años. El problema de fondo es que esta gente huye del hambre, de la guerra o del terrorismo y ante esas amenazas, no hay valla que les frene”.