Barcelona eleva a 116 el número de agentes para mejorar la convivencia
La Sagrada Família y la Barceloneta son dos de los puntos con más personal para evitar conflictos con turistas
Uno de los principales destinos turísticos de Barcelona, la basílica de la Sagrada Família, es el que cuenta con más agentes cívicos, un total de 35. La plantilla tiene el objetivo de evitar los conflictos y mejorar la convivencia entre los visitantes y los residentes. En las últimas semanas, la Unitat d’Agents Cívics, gestionada por Barcelona de Serveis Municipals (B:SM), se ha desplegado en los diez distritos de la ciudad con otros 24 efectivos que centrarán su trabajo durante los meses de julio, agosto y septiembre, cuando la ciudad está a rebosar de turistas. Ahora, Barcelona ya cuenta con un total de 116 agentes encargados de hacer pedagogía sobre los buenos modales. Se les puede ver en mercados, como el de la Boqueria, en parques, como el de la Guineueta, entre otros, y en barrios como el de la Barceloneta o el Raval.
La Unitat d’Agents Cívics se puso en marcha en el 2015 con 33 personas con la misión de informar y concienciar a los ciudadanos y a los visitantes de la necesidad de tener una actitud respetuosa en el espacio público.
El objetivo número uno son los enclaves más solicitados por los turistas donde es más fácil que surjan situaciones de conflicto, como la citada Sagrada Família, donde cada día como mínimo trabajan diez agentes entre las ocho y las 22 horas. En la Barceloneta, uno de los barrios donde afloran más comportamientos incívicos y que precisamente esta mañana ha convocado una protesta contra los desmanes de algunos turistas y la gentrificación, se han destinado 14 agentes, seis en el Park Güell e idéntico número en la montaña de Montjuïc.
Cabe destacar que este ejército de informadores no tiene autoridad, su papel en una ciudad que cada año recibe un mínimo de 17 millones de turistas se limita a hacer pedagogía para evitar enfrentamientos y altercados que, si se producen, obliga a actuar a la Guardia Urbana.
Otra de las zonas que requiere una especial atención es el mercado de la Boqueria, por las miles de personas que recibe cada día creando colapso y malestar, sobre todo en los accesos. Así, los viernes y sábados, hasta el próximo octubre, dos agentes pasean por este popular mercado para evitar que los clientes y mirones manipulen los alimentos y bloqueen el paso mientras se hacen fotos como si estuvieran en un parque temático, y no en un mercado de productos frescos.