¿Contemporáneo?
Eva Yerbabuena / ‘Apariencias’
Idea, dirección y coreografía: Eva Yerbabuena Dirección musical: Paco Jarana Lugar y fecha: Festival Mas i Mas, Teatre Grec (10/VIII/2017)
Hay demasiada pose en Apariencias. Cierto que la dramaturgia pretende darle la vuelta y confronta los estereotipos superficiales a la verdad más pura y oscura (por interna y honda) del flamenco de verdad. Al final, la brillantez externa cede protagonismo a la oscuridad del alma, pero ¿no se renuncia tarde a sus ventajas, después de aprovecharlas?
Flamenco contemporáneo no es exactamente esto. Cuando aparece, que a ratos tarda, es flamenco de siempre, solo que puesto al lado de muchos estereotipos contemporáneos. Por suerte, destaca la calidad individual. La de los excelentes cantaores, con su puntito de humor y de queja. O la voz de la cantante de origen guineano Alana Sinkëy, de textura tan personal. Incluso el cuerpo de baile es bueno, más allá de la gran protagonista de la noche. ¿Qué falla? El planteamiento facilón de lo moderno, con unas apariencias que cobran demasiado protagonismo sin acabar de quedar bien integradas.
Apariencias luce de cara a la galería. En la noche del jueves, el espectáculo fue muy aplaudido. Los bailaores se exhibieron brillantes de sudor, con su torso fibroso de anuncio y esas cabezas suyas tan flamencas, de pelo negro. “¡Olé tu arte, primo!” Así iba la cosa. Había mucha pose. Y aunque esta adoptara, como el vestuario, dejes expresionistas que se adecuaban al contenido del espectáculo, todo ello no eran más que apariencias, por mucho que el público las aplaudiera tanto. A ellas el espectáculo contraponía la verdad desnuda (incluso de cabeza) de Yerbabuena. Tanto al bailar por petenera con el mantón como cuando aprovechaba la plástica de sus brazos (parece mentira que sea tan pequeñita) o cuando taconeaba salvaje y exacta, con fiereza, pero con una limpieza de toque excelsa, el espectáculo crecía con su baile tan puro y hondo. Sin embargo, si esto es lo que cuenta, ¿no se seduce demasiado al público con la faramalla anterior? Yerbabuena no solo es la principal intérprete. Firma el concepto, la dirección y la coreografía. Debería jugar como central, repartiendo juego, creando sentido, conectando todas las líneas, en lugar de ejercer solo de brillantísimo delantero centro. Su remate es indiscutible. Pero, en el conjunto de la obra, hasta los versos de Miguel Hernández parecían parte de un collage de funcionamiento mecánico. La bailaora es nuestra contemporánea. Aquí, sus Apariencias no.