Mango pierde 61 millones tras su plan de inversiones
La empresa factura 2.260 millones y acusa el cambio de modelo
Tras la caída del 2016, el primer semestre de este año registra aumento de ventas y de resultado
La firma de moda Mango entró en números rojos el pasado ejercicio por primera vez en su historia. La empresa, propiedad de Isak Andic, perdió 61 millones de euros tras acusar la implantación de un plan de transformación de negocio que supuso grandes inversiones, tanto en la cadena de tiendas como en el centro logístico de Lliçà d’Amunt, según explica un comunicado emitido por la empresa. Las ventas del pasado ejercicio ascendieron a 2.260 millones de euros, ligeramente inferiores a las del año anterior, con una caída del 2,8%. Según la compañía, la cifra de ventas se ha visto lastrada por un primer semestre marcado por la atonía del mercado. En cambio, señala el comunicado, “el segundo semestre registró una mejora notable, tendencia que se ha mantenido durante el arranque del 2017”.
Las previsiones de la empresa apuntan a que regresará a la senda de los beneficios este año 2017, con un ebitda (beneficio ante de gastos financieros) superior a los 150 millones de euros tras la mejora de las ventas iniciada ya a finales del 2016. “A cierre de junio del 2017, en comparación con el mismo período del año anterior, se ha logrado incrementar el Ebitda en más de 30 millones de euros y mejorar el resultado en más de 45 millones de euros”, señalan fuentes de la compañía, que aseguran que ambas cifras superan los objetivos fijados a principios de año.
Durante el 2016, Mango avanzó en la implantación de su nuevo modelo, que consiste en la apertura de megastores (24 el pasado ejercicio), así como en la potenciación del modelo fast-fashion (más rotación de producto en tienda). Ambas estrategias, así como la puesta en marcha de la plataforma logística de Lliçà d’Amunt, han supuesto inversiones que superan los 1.200 millones de euros en los últimos años. “En el 2016 hemos profundizado en el proceso de transformación del modelo de negocio de la compañía, lo que ha conllevado una rebaja en nuestro ebitda y, en consecuencia, un sacrificio en el beneficio de este año. Los primeros resultados de esta decisión son ya visibles desde septiembre del 2016 y nos hace ser optimistas de cara al 2017”, explica el vicepresidente ejecutivo de Mango, Daniel López, hombre fuerte de Andic al frente de la compañía.
El pasado año, Mango también avanzó en la profesionalización de su estructura directiva, reforzando su comité ejecutivo con la incorporación de nuevos directivos en las áreas de retail, producto, cliente y tecnología. El nuevo comité de dirección está integrado por los cinco miembros del consejo de administración:Isak Andic, Jonathan Andic, Daniel López, Toni Ruiz y Carlos Costa, a los que se sumaron el director de expansión de la cadena, Antonio Batlló, la directora del negocio digital, Elena Carasso, y el director de negocio de Mango Woman, Luis Casacuberta.
Mango finalizó el ejercicio con 191 megastores y un total de 2.217 puntos de venta tras finalizar el acuerdo con los grandes almacenes estadounidenses JC Penney, que supuso el cierre de más de 400 corners. La venta online de la cadena se incrementó un 25% hasta rozar los 300 millones de euros, que representan ya el 13% de la facturación del grupo propieda de Isak Andic.