Masao Yamamoto
Como otras personas afortunadas que conozco, considero una suerte inmensa trabajar en una profesión que, aparte de ser el modus vivendi, es también un divertimento, una fuente de inspiración y un aprendizaje continuo. La cocina, además, es un mundo donde constantemente te encuentras con personajes interesantes que, por un azar profesional, irrumpen en tu vida y te abren los ojos a pantallas que quizás tenías delante pero que, de alguna manera, todavía no se te habían activado.
Siempre hay un detonante, como un pistón en un engranaje: en este caso, fue Roser Torras, quien me propuso colaborar con las creativas Montse Mompó y Pilar Ruiz, con la idea de que la cocina del Sant Pau fuera el hilo conductor de un documental del programa
Imprescindibles de TVE. Montse y la Pilar entraron en mi vida y me acompañaron a lo largo de un año sin hacer ruido, sin entorpecer ninguno de los compromisos en los muchos frentes de trabajo que tenemos abiertos desde el Sant Pau de Sant Pol de Mar, ni ninguna de las juergas de ocio familiar que tanto nos gustan en casa.
El documental gira en torno a una investigación culinaria del Sant Pau, presentada en el congreso Gastronomika de San Sebastián en el año 2015. Este trabajo se inspira en el valor de los colores de los alimentos, al cual quisimos llegar sin ningún artificio, por la vía de controlar y modelar cada producto y cada preparación con el objetivo de proponer un menú con el título “Paleta de colores naturales y gastronómicos”.
La gastronomía debería figurar en la lista de las artes del mundo como la fotografía o el cómic
Este fue también el punto de partida de una nueva manera de trabajar en la cocina para nuestro equipo profesional: a partir de esta primera “Paleta de colores” empezamos a crear nuevos menús gastronómicos y temáticos “biestacionales”, tanto en el Sant Pau de Sant Pol como en el de Tokio, como también en el Moments de Barcelona, que dirige Raül Balam con autoría propia.
El programa Imprescindibles, de una hora de duración, consigue no decaer en ningún momento: es el discurso de un viaje poético explicado con un lenguaje moderno, ágil y cinematográfico, que atrapa desde el primer instante al espectador. Un punto culminante del documental es la visita que hacemos a la galería Valid Foto de Barcelona, con la exposición de la obra de Masao Yamamoto. Las fotografías de este artista muestran una naturaleza minimalista y extrema que toma una forma única, de gran delicadeza, que despierta unas emociones muy particulares. Pero el colofón artístico de los viajes que se suceden a lo largo del documental fue el privilegio de entrar en el mundo bucólico de Yamamoto, en Yatsugatake Nanroku, en la prefectura de Yamanashi: poder pasear con él por los riachuelos y los bosques de su paisaje, ayudarlo a recoger el material de naturaleza muerta que utiliza para sus creaciones, y ver cómo, ya en su estudio, el artista sabe encontrarle un alma que sólo el objetivo de su sensibilidad exacerbada de fotógrafo es capaz de rescatar.
En la cocina, claro está, la naturaleza toma forma de alimento y se transforma en nutrición y placer gastronómico. Pero la cocina, si uno se lo propone, también puede ser expresión artística, tanto en un plato tradicional, purista o evolucionado, como en un plato de nuevo concepto, de nueva creación, donde se asocian productos que nunca antes nadie había mezclado, o nuevas técnicas aplicadas a alimentos populares o a otros más desconocidos. Es por eso que, a raíz del menú degustación del restaurante Moments “Inspirado en el séptimo arte”, me sumo a la petición de Raül Balam para reclamar que la cocina, la gastronomía, figure también en la lista de artes del mundo, quizás en la posición once, si la fotografía es el arte que ocupa el octavo puesto, el cómic es el noveno arte, y los videojuegos son el décimo.
Para finalizar, y por todas las razones que he explicado, no es de extrañar que el documental Sinfonía de estrellas de Montse Mompó y Pilar Ruiz haya sido premiado en los festivales internacionales de televisión en Hamburgo y en Nueva York: ¡Sencillamente, las estrellas son ellas!