El ‘escudero’ de Céline Dion
UN BAILARÍN DEL ÚLTIMO ESPECTÁCULO DE LA CANTANTE CANADIENSE, VIUDA DESDE HACE DOS AÑOS, SE HA CONVERTIDO EN SU COMPAÑERO INSEPARABLE
“Es un escudero fiel, un gran amigo, inseparable en el escenario y fuera de él”, asegura ella. “Somos muy amigos y tenemos una relación profesional superbonita”, dice él. Ellos son la cantante canadiense Céline Dion y el bailarín malagueño José Muñoz, Pepe, de quienes medios como Vogue o Paris Match insinúan que mantienen un idilio. Algo que ninguno de los dos confirma, pero sobre lo que dejan correr las habladurías.
Dion, de 49 años, se quedó viuda en enero del 2016 de su mánager y el hombre que la descubrió, René Angelil. Pocos días antes había perdido a su hermano. Muñoz tiene 32 años y una vida dedicada siempre a intentar hacer lo que más le gusta: bailar y dibujar. En definitiva, “hacer lo que me apetece en cada momento”. El malagueño tiene, además, el don especial de saber estar siempre en el lugar adecuado, en el momento justo.
Pepe Muñoz comenzó a bailar a los 18 años en una pequeña escuela de Málaga, con gran disgusto para su progenitor al que le hubiera gustado que estudiara una carrera universitaria. A partir de ese momento, emprendió una carrera profesional en la danza que guarda bastantes similitudes con la que Antonio Banderas ha desarrollado en la cinematografía.
Los maestros de Muñoz en aquella academia lo animaron a continuar porque vieron condiciones en él. Al año siguiente se trasladó a Madrid para tomar clases impartidas por algunos profesionales del Ballet Nacional de Cuba, uno de los más prestigiosos del mundo, y durante el verano se dedicó a danzar en la calle junto a algunos compañeros como método para sacarse algún dinero. “Tuve la suerte de que dos directovieres del musical Cats me ron en una de aquellas representaciones callejeras y me contrataron. Le tuve que echar mucha cara porque me preguntaron si también cantaba y yo les aseguré que por supuesto, aunque ese arte no es lo mío”, c menta.
Tras terminar en Cats, durante un verano impartió clases en la Escuela Superior de Artes Escénicas de Málaga y un año después engroprograversión só la lista de profesores del ma Fama a bailar en su Re
volución de la cadena Cuatro. El programa fue un fracaso y allí Muñoz pasó inadvertido, excepto por un comentario que fue considerado machista por el colectivo LGTBi y por el que se tuvo que disculpar. “Trata de no bailar tan afeminado. Fuera del escenario uno puede ser lo que quiera, pero en el escenario, el hombre es el hombre y la mujer es mujer. Si no, me voy a Chueca a ver un show de transexuales”, reprochó a uno de los concursantes.
Tras aquella experiencia televisiva, el vacío se instaló en la vida de Pepe Muñoz. Llegó la depresión y engordó demasiado. Tan mal se encontraba que su padre decidió pagarle un viaje a Nueva York y una estancia de quince días que le cambió la vida. Acuciado por la necesidad, se presentó a un casting para llevar una gira internacional con el musical West Side story y a partir de entonces todo le ha ido sobre ruedas a José Muñoz. Durante su actuación en Zuma
nity, un excitante viaje erótico, una de las obras del Cirque du Soleil, conoció a la esposa de Matthieu, un francés que trabajaba como chef y mayordomo en casa de Céline Dion. La intérprete buscaba entonces baiinternacional larin s para su gira y Matt ieulerecomendó.
De esto hace ocho meses y desde ento ces José Muñoz y Céline Dion se han convertido en insepaparecían rable . Los rumores conpasado firmarse cuando el 21 de juunas lio Paris Match publicó fotos de ambos entrando a cenar en Mancomida ko, un restaurante de peentre ruana muy popular los parisiacudieron nos. Después, ambos del brazo a diversas actividades relaun cio adas con la moda, mundo en el q e la cantante quiere abrirse cade mi o para lo que acaba firmar un co rato con Christian Dior. La gira de ion, con el significativo título de My heart will go on (Mi corazón saldrá adelante), terminó el día 5 y a partir de ahora se verá si la historia entre ambos tiene recorrido o finaque liza abruptamente.
Muñoz considera tiene ya una edad poco propicia para seguir bailando, al menos en la primera líhecho, nea internacional. De ya se había retirado de ese mundo cuancanadiense. do llegó la oferta de la Ahora está cultivando su otra gran pasión, el dibujo, con el objetivo de convertirse en ilustrador de moda. “En la vida hay que hacer lo que a uno le apetezca y lo que me apetece ahora es dibujar”, declaró hace unos días a un medio malagueño. Dicen que cuando Dion vio los dibujos de Muñoz se echó a llorar. Una pasión correspondida puesto que el malagueño también asegura: “Siempre he amado la música de Céline”.