Merkel y Schulz critican a los gestores de la automoción
Los dos principales concurrentes a las elecciones a la presidencia de Alemania, Angela Merkel y Martin Schulz, han coincidido en sus primeras apariciones en criticar a los gestores de la industria automovilística, la espina dorsal de la industria exportadora alemana. La crisis del diésel, causada por la manipulación de los motores para que sortearan los controles de las emisiones, ha derivado en acusaciones de colusión entre la industria de la automoción y las administraciones alemanas. Ahora, la clase política trata de alejarse al máximo de toda participación en ese tipo de prácticas.
En un acto electoral celebrado ayer en Dortmund –en el Ruhr, en el corazón de la Alemania industrial–, la canciller afirmó que “sectores enteros de la industria del automóvil se han hundido en el descrédito. Es a ellos a quien concierne restaurar la confianza perdida con el escándalo y acelerar la búsqueda de alternativas a los motores tradicionales”.
La candidata democristiana precisó: “Cuando hablo de industria, en cualquier caso, estoy hablando de los directores de empresa”. Merkel añadió que “la honestidad debe ser la carta de presentación de la industria”.
Ayer, en una entrevista realizada por la televisión alemana, el candidato socialdemócrata y expresidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, fue todavía más duro: “Tenemos una situación en la que unos gestores han hecho millones de beneficios, en Volkswagen y en Daimler, pero se han dormido. Han ahorrado mucho dinero en sus balances, pero han fracasado en invertir en las áreas de innovación en las que debían haberlo hecho”.